Baní, provincia Peravia.- En pleno centro de la ciudad de Baní está la Casa Museo de Máximo Gómez, una réplica de la vivienda donde nació el general libertador de Cuba, levantada en el parque que lleva su nombre.

La casa museo fue levantada por la Fundación Máximo Gómez, el Instituto Cubano de Historia, y otras entidades de Cuba y del país.

La casa fue inaugurada el 18 de noviembre del 2016, en ocasión de celebrarse el 180 aniversario del nacimiento del General Máximo Gómez.

La construcción estuvo a cargo del arquitecto Fremio Mejía y se realizó tras una investigación sobre las casas de la época, tomando como fuente de inspiración una imagen de la casa original que se publicó en un periódico hace varias décadas.

Donde se levanta aún hay un horcón de la casa original, que fue consumida por un fuego, según historiadores, cuando Máximo Gómez vino al país después de haber finalizado la Independencia de Cuba, visitó los restos dando testimonio de que se trataba del hogar donde vivió su infancia y parte de su juventud, cuando su familia se mudó a partir del 1840.

La vivienda museo está construida en madera y techada con guano y, aunque tiene pocos enseres de la época, se replicó cada detalle de la época: puertas, ventanas, objetos como plancha, mortero y otros.

Máximo Gómez

Pese a que se estima que Máximo Gómez nació el 18 de noviembre de 1836, no se sabe con exactitud, ya que él mismo buscó su acta de bautismo en los libros de la parroquia del pueblo y no apareció.

Gómez era hijo de Andrés Gómez Guerrero y Clemencia Báez Pérez. Fue comandante del ejército libertador de Cuba, que dirigió en las dos guerras más importantes de La Habana, la de 1868 al 1878, también llamada Guerra Grande o Guerra de los Diez Años, y la del 1895 al 1898, Guerra de Independencia de Cuba.

Con casi 20 años se incorporó al ejército dominicano.Entre 1855 y 1865, la vida de Gómez, para ese entonces Secretario de la Tenencia de Gobierno de Baní, sufrió una acelerada transformación, por el retorno al poder de Pedro Santana, quien ganó frente a los seguidores del caudillo sureño Buenaventura Báez la anexión del país a España y el triunfo de la Revolución Restauradora, lo obligó a salir hacia Cuba en compañía de su madre y sus dos hermanas, Regina y María de Jesús, que desembarcaron en Santiago de Cuba en julio de 1865.

Su incorporación a la lucha contra España se produjo el 14 de octubre de 1868, en el caserío de El Dátil, en la jurisdicción de Bayamo, reclutado por el poeta, periodista y revolucionario José Joaquín Palma, hombre cercano a Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la patria cubana. Gómez fue ascendido a sargento y días después el propio Céspedes lo ascendió a mayor general.

Antes de llegar a Cuba,Gómez ya había adquirido experiencia militar, pues su primer bautizo de fuego se produjo con apenas 19 años en la Batalla de Santomé en 1855.

El historiador Jesús Méndez Jiminián en las batallas libradas en suelo cubano junto a los mambises, contra las tropas colonizadoras de España. “Desde 1868 hasta 1898, la vida militar de Máximo Gómez no tendría receso alguno; fueron más de cuatro décadas de luchas constantes, de fieros combates machete en mano, en los que este glorioso soldado hubo de batirse frente a sus enemigos”, significó al respecto Jiminián en uno de sus escritos.

Durante la Guerra de los Diez Años, uno de los eventos históricos que encabezó Máximo Gómez fue la primera carga al machete del ejército mambí en el combate de Tienda del Pino, el cuatro de noviembre de 1868, que comenzó a deteriorar al ejército español, y posteriormente a derrotarlo.

La vida militar de Máximo Gómez estuvo ligada a una de las figuras clave de la historia de Cuba: José Martí. El encuentro personal entre ambos se dio por primera vez en Estados Unidos el 2 de octubre de 1884, con el objetivo de afianzar los preparativos para el reinicio de la lucha armada en Cuba.

Como consecuencia de sus actividades conspirativas por la independencia de ese país caribeño, fue apresado aquí y encarcelado en la Fortaleza Ozama, por orden del presidente Alejandro Woss y Gil, a instancia de los representantes del Gobierno español en la isla. El 9 de enero de 1886 es puesto en libertad y expatriado de Santo Domingo.

Después de un largo proceso, comienza en 1895 la también llamada Guerra Necesaria, cuando llegaron Gómez y Martí a Cuba, desembarcando en Playita de Cajobabo, en la costa sur de Guantánamo.

Pocas semanas después, luego de constituida la jerarquía militar del Ejército Libertador, con Gómez como General en Jefe y Antonio Maceo como Lugarteniente General, caía Martí en Dos Ríos, con gran pesar de Gómez, quien lo seguía como a un maestro, pero que cuidaba como a un hijo. A finales de 1895 comenzaría la Invasión a Occidente, una ingente gesta militar libertadora librada por Gómez y Maceo desde Mangos de Baraguá hasta Mantua, donde llegó Maceo hacia octubre de 1896.

Después de eso, Gómez entró en fuertes contradicciones con el Gobierno de Cuba en Armas, presidido por Salvador Cisneros Betancourt, por la concesión de grados militares a jóvenes de buena posición social que recién se unían a las filas mambisas.

El 12 de marzo de 1899, la Asamblea del Cerro acordó la destitución de Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, y la eliminación definitiva de ese cargo.

Falleció a causa de una septicemia el 17 de junio de 1905, sin fortuna personal, en su villa habanera, a la edad de 69 años.

El intelectual Pedro Henríquez Ureña escribió sobre el deceso de Gómez, que hasta ese momento “había sido el acontecimiento de duelo más trascendente que había conocido Cuba”, ya que, según la historia, fueron tres días de duelo en los que una muchedumbre acompañó los restos mortales de este insigne patriota desde su casa hasta la Necrópolis de Cristóbal Colón, en La Habana.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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