Antonio Melenciano y Lidia Ariza hablan del musical.

Santo Domingo, República Dominicana.- El actor, director y dramaturgo Antonio Melenciano anunció la puesta en escena de «Tingo, el musical», una obra basada en la vida de la recordada líder campesina Florinda Soriano Muñóz (Mamá Tingó).

 

Lidia Ariza, la protagonista, se siente feliz de dar vida a una mujer que es un símbolo en el país de la lucha por los derechos humanos.

Melenciano, quien hacía varios años que tenía la idea de hacer el musical destacó que ahora fue que pudo hacer realidad este sueño, y para lograrlo realizó una ardua investigación sobre la vida de una mujer que luchó hasta la muerte por sus derechos y en proceso creativo de montar el musical.

Precisó que las funciones serán los días 22, 23, 24 y 25 de este mes de noviembre, en el Palacio de Bellas Artes.

Participan en los roles principales Jackson Delgado, Esther Tejada, Pura Tyson, Omar Ramírez y Wilson Ureña, entre otras figuras destacadas.

Todo el argumento del musical es autoría de Melenciano, así como las letras y música de las canciones, con producción de Cristino Martínez,coreografía de Yesseleny Marte, iluminación de Ernesto López  y dirección musical de Brian Rodríguez.

Mamá Tingó

Mamá Tingo, el musical

Florinda Soriano Muñoz. conocida como mamá Tingó, nació en Villa Mella en 1921. Junto a su esposo Felipe trabajó sus tierras durante décadas, pero un terrateniente reclamó las tierras que le pertenecían a Tingó, quien aunque era analfabeta luchó tanto por sus derechos como por los derechos de los desposeídos.

A principios de 1974, el terrateniente Pablo Díaz Hernández reclamó las tierras que ocupaban desde hace más de medio siglo los campesinos de Hato Viejo, alegando que las había comprado.  Mamá Tingó que pertenecía a la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), encabezó la lucha en beneficios de esos campesinos  que suyos los terrenos, por haberlos ocupado y trabajado durante más de medio siglo.

Pese a su edad avanzada participó en la dirección de las protestas realizadas por los campesinos.

Díaz Hernández cercó con alambres de púas más de 8,000 tareas de tierras y con tractores arrancó la cosecha de los campesinos. El 1 de noviembre de 1974, los campesinos de Hato Viejo se presentaron ante el Tribunal de Monte Plata, donde se conocía el caso, pero el terratenienteno asistió a la audiencia.

Al regresar Mamá Tingó a su finca se encontró con la información de que el capataz Ernesto Díaz (Durín), empleado del terrateniente había soltado a sus cerdos y cuando los fue a amarrar, el capataz que se había escondido en el lugar, aprovecho para dispararle con una escopeta.

Aunque Mamá Tingó intento defenderse con un machete, dos disparos, uno en la cabeza y uno en el pecho la dejaron sin vida. Murió en Hato Viejo a la edad de 52 años.
Como integrante de la Federación de Ligas Agrarias Cristianas, a través de la cual luchó por el derecho de los campesinos a la tierra, consiguió que más de 300 familias obtuvieran sus tierras.

Es considerada un símbolo en la lucha por os derechos humanos. Una de las estaciones del Metro de Santo Domingo lleva su nombre

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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