Margarita Brito

Xiomara Rodríguez junto al productor Raúl Méndez

¿Te gustó la obra?», preguntó delante de mi una señora a su acompañante a la salida de la Sala Ravelo, del Teatro Nacional, la otra respondió: «Es una gran actriz, me encantó»,  sólo pude estar de acuerdo con ellas y con el resto del público que acudió a ver a Xiomara Rodríguez celebrando sus 40 años en ´las tablas´ con la obra “Yo amo a Shirley Valentine”.

Xiomara Rodríguez

Durante casi dos horas, en tres actos, la actriz dominicana, radicada en Puerto Rico, puso a reír y a reflexionar al público que disfrutó de principio a fin el montaje.  Lástima que este último domingo de septiembre sea el cierre de las funciones.

Xiomara Rodríguez logra en este monólogo meterse en la piel de Shirley  Valentine, una ama de casa que siente que su vida no tiene sentido, en una rutina en la que sólo se ocupa de los quehaceres del hogar, luego de que los hijos se han ido y el esposo apenas le presta atención, mientras a ella sólo le queda hablar sola.

La obra escrita por Willy Rusell, traducida por Johana Rosaly, con adaptación de Aidita Selman, es una declaración de amor, de una mujer para ella misma. Un acto de independencia, que surge de la más común situación diaria, y que despierta a la que todas esas mujeres que llevan dentro, pero que a veces, ni siquiera se detiene a ver.

 “Shirley”, una mujer harta de una vida rutinaria en la que su marido casi no le habla y donde ella es la madre, la esposa, la vecina, y ya no recuerda quien fue una vez ella:  Shirley Valentine.

Su sueño es viajar, ir algún día a Grecia, pero piensa que no podrá hacerlo realidad. La obra llena de humor, simpatía y sentido humano, es un viaje al interior, de descubrimiento personal del poder interior de una persona.

Con todo el amor y ternura termina hablando con la pared para no enloquecer, cuando una amiga la invita a Grecia, deja todo y huye, sin imaginar lo que le esperaba en ese viaje que la lleva, y lleva al espectador a preguntas que pueden sacar de una vida “sin vivir” y llevar a la plenitud de ser nosotros mismos.

Xiomara Rodríguez

La ternura y la picardía de Shirley Valentine hacen de  esta mujer, que es como tantas, una simple  ama de casa, nada más y nada menos. Una mujer que reclama (para ella y para todas a quienes representa) lo que cree merecer: el status de una auténtica heroína.

Bajo la dirección del destacado puertorriqueño Gilberto Valenzuela, la iluminación de Bienvenido Miranda, la producción de Raúl Méndez, y una excelente escenografía de Fidel López, Shirley Valentine muestra a una mujer que puede ser la vecina, la prima o cualquiera, que al final descubre su existencia y aprende a amarse a sí misma.

Xiomara celebra sus 40 años en la escena en su natal Santo Domingo con este unipersonal, que se ha presentado en las principales salas de teatro de todo el mundo e interpretado por primeras figuras internacionales.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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