Margarita Brito
Cuando Xiomarita Pérez puso a su yerno a que la grabara bailando un dembow, nunca pensó que el video daría la vuelta al mundo en apenas unas horas, tal como pasó.
Folklorista, maestra de baile y comunicadora, Xiomarita es una mujer dinámica, alegre y desinhibida, que a sus 62 años afirma tener ánimo de bailar sin proyectar morbo en el baile.
Como bailadora y maestra de baile con 50 años de experienciaseñala que sabe la mayoría de los diferentes ritmos dominicanos y del área del Caribe, además de enseñarlo y bailar un dembow lo veo como una forma de conectar con los jóvenes. Su frase favorita es diversidad sin perder la identidad»
A continuación la entrevista con Xiomarita Pérez:
El video que tantas visitas ha tenido ¿fue algo que te salió natural?
Sí, fue espontáneo. Nunca me pasó por la mente que en una semana ese vídeo iba a tener 20 millones de reproducciones en un Facebook en Vivo. No se paró, parecía un bombardeo.
¿A dónde se grabó el vídeo?
El vídeo fue en el hogar de los Larko, Noelia y Matthew, en New Jersey Estados Unidos y fue grabado por mi otro yerno, Edward Bello.
¿Estabas cocinando un sancocho o una sopa?
Cada vez que visito a mi hija, esposo y nietos les hago algunas comidas de nuestra cultura. Esa tarde fue un rico sancocho. Fue divertido, porque cuando le dije a Edward que me grabara ya el sancocho estaba en su punto y había apagado la hornilla. Incluso, cuando estaba tomándome esa marca de cerveza ya se había terminado nuestra marca de identidad nacional. O sea, nada fue programado.
¿Pensaste que iba a tener tantas vistas?
No pensaba que iba a tener tantas vistas, porque no solo los 21 millones, es que muchas páginas internacionales lo tomaron del Wasap, que también se volvió viral. Yo diría que ese vídeo se reprodujo 100 mil millones de veces.
¿Algunas celebridades lo compartieron?
Solo sé de Penélope Cruz, Nathalie Purtman y Olga Tañón, entre otros famosos.
¿Cómo lo sabes, tienes estadísticas?
La mejor estadística es cuando la gente que me conoce y que averigua en las redes me comparte en mis redes y observo que son muchas páginas en otros idiomas. Hay una que tiene 44 millones; otra 16 millones y cada día suben más las páginas.
¿Qué estás haciendo actualmente?
Impartiendo clases de baile en grupo y a nivel privado, impartiendo talleres de Folklore e Identidad, escribiendo en el periódico Listín Diario, dando asesoría y curaduría de contenido y trabajando en proyectos de investigación.
¿Háblame del baile Xiomarita?
Ese ritmo “Marianela” lo bailé porque lo sentí pegajoso y no me conformé con ese, le dije a mi hija que pusiera “Vamo hablar inglés”, que es un merengue que interpreta Fefita La Grande.
¿No te han criticado, porque eres una señora de 62 años y está bailando ese ritmo de gente joven y que eres una investigadora folklórica que se supone debes amar más lo nuestro?
Pues fíjate me da “par de tres”, primero porque tengo ánimo de bailar y no proyecto morbo en el baile. También, como bailadora y maestra de baile con 50 años de experiencia me sé la mayoría de los diferentes ritmos dominicanos y del área del Caribe, además de enseñarlo y bailar un dembow lo veo como una forma de conectar con los jóvenes, que muchos padres y profesores no los toman en cuenta.
¿Que han significado las redes sociales para ti?
Con lo viral que se volvió el vídeo me di cuenta que podemos realizar vídeos con buen contenido, que a las personas les gusta disfrutar lo que ellos considera que no pueden hacer, ya sea por vergüenza o timidez y la prueba de esto son los comentarios positivos que escribieron en las diferentes páginas de Facebook, Instagram y Twitter.
¿En esos comentarios, qué destacaron?
Destacaron que yo proyectaba energía, entusiasmo, alegría y sobre todo actitud.
¿Crees que irradiabas eso que ellos vieron en ti?
Claro que sí, soy una persona que somatiza, lo que siento se refleja en mi semblante.
Además te diré algo muy importante, y es que en ese momento nuestro país y Estados Unidos estaba viviendo momentos de desesperación, de mucha tristeza, por la muerte del joven asesinado en el Bronx y el vídeo fue un calmante, yo diría momentáneo para apaciguar esa pérdida inesperada.