Jorge Casado , Margarita Brito
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Fotos Jorge Casado
Al llegar febrero los dominicanos piensan en Carnaval y nada mejor que trasladarse cada domingo a la princia de La Vega, a para disfrutar de uno de los más vistosos y coloridos, que preparan los veganos durante casi un año.
Reconocido internacionalmente el carnaval vegano es visitado por miles de criollos y turistas cada año, que llegan desde tempranas horas de la mañana para disfrutar de un recorrido por la ciudad, que incluye visita al museo, a uno de los talleres donde preparan los trajes de los conocidos «diablos» y traslado a La Vega Vieja fundada por Cristóbal Colón, para construir uno de los primeros asentamientos en la isla La Española.
La Vega ofrece un carnaval organizado, seguro, alegre, colorido, movido y perpetuado por generaciones de sus familias.
Caminar por su calles implica desafiar a sus Diablos para recibir un vejigazo en tu trasero que te hace saltar, y aunque provoque risa, lo cierto es que esto es la único negativo de este tradicional evento, ya que muchos se enojan al recibir el vejigazo.
Lo cierto es que el colorido que te envuelve con sus comparsas de fino diseño y de máscaras complejas de elaboración artesanal, logradas por artistas con técnicas de empapelados sobre un molde de barro y revestidas por colores que responde a un concepto que identifica cada comparsa.
El Carnaval Vegano es tradición que pasa de padres a hijos, evidenciado por adultos que también arrastran a sus hijos desde el primer año a esta fiesta colectiva y marca país de los dominicanos.
En su inicios, fue un joven empresario llamado Edwin Gómez , quien creyó en este carnaval e invitó a miles de jóvenes conocerlo llevándolos hasta La Vega en tours todo incluido, logrando sin proponérselo ser uno de los mayores promotores de esta fiesta cultural.