Por Antonio Gómez Peña

Las personas discapacitadas merecen iguales oportunidades

 

Todos nosotros, los seres humanos que habitamos esta inmensa casa en común, nuestro planeta Tierra, debemos de procurar que, desde nuestras posiciones sociales y acciones personales, se promueva cada vez más un ambiente de fraternidad y por lo tanto, de igualdad.

Para ello, es preciso despojarnos de prejuicios, y ver a todos, y tratar a todos con el mismo aprecio y en iguales condiciones de hermanos.

Desde el 1992, hace un cuarto de siglo, las Naciones Unidas ha reconsiderado el valor igualitario que tienen aquellos que por cualquier razón no han tenido igual oportunidad de desarrollarse físicamente como el resto de nosotros.

Cada 3 de diciembre estamos reconociendo que las personas especiales, con alguna condición de discapacitados, tienen igual derecho y valor.

Estamos llamados a fundamentar, desde nuestros ambientes, un clima de inclusión para todos nuestros hermanos especiales; no se trata de compadecernos por pena, sino de amarles por ser hermanos nuestros como todos los demás.

Promovamos una sociedad más incluyente, que sería una sociedad para todos.

Antonio Gómez

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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