Margarita Brito
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Los dominicanos deben tomar conciencia de la responsabilidad de llevar un volante en las manos, conducir un vehículo motor, del tipo que sea no es ningún juego, sino una gran responsabilidad, 12 muertes y más de 15 heridos en apenas tres días, en diferentes puntos del país, lo demuestran.
No sólo de cuidar de la vida propia, sino además de la seguridad física de quienes van dentro del automóvil o del vehículo que se conduce sea cual sea, de familiares, amigos o simplemente pasajeros si de un transporte público se trata.
Pero también se es responsable de quienes transitan a pie o en otro medio de transporte, porque muchas veces se transita cumpliendo la ley, observando las señales de tránsito y se es víctima de un conductor irresponsable que salta un semáforo en rojo, transita en sentido contrario en una calle de una vía o rebasa temerariamente en curvas ycalles donde es imposible, por el peligro que conlleva. De ahí, que practicamente a diario se hable de cinco y más muertes por accidentes de tránsito.
Lo cierto es que transitar por cualquier calle de Santo Domingo o del interior del país se ha convertido en una especie de infierno, donde nadie está exento de sufrir un choque con otro vehiculo.
Cuando era adolescente pensaba que a estas alturas, en el siglo 21, el pueblo dominicano sería más educado, que las condiciones en cuanto a educación ciudadana serían mejores, pero no. Los dominicanos han retrocedido y sólo hay que transitar por cualquier calle para percibirlo.
Sólo hay que ver cuando alguien va a cruzar en su vehículo una vía de mucho tránsito, el vehículo puede estar a menos de tres metros para terminar de cruzar la calle, pero quienes vienen de frente a éste no le ceden el paso, se cruzan delante, sin importar el entaponamiento que provocan, ni que pueden causar un accidente.
«Mejor me chocan, antes de dejarme pasar», escuché decir a un conductor que intentaba cruzar el tramo de la avenida Nicolás de Ovando con Juan Alejandro Ibarra y es que estaba a dos metros de terminar de cruzar, pero los carros, guaguas, motoristas y otros, no cedían el paso para que pudiera dejar la vía libre.
A diario me parte el alma ver como vidas de jóvenes promesas para la sociedad se pierden, en la mayoría de las ocasiones por irresponsabilidad de alguna de las partes involucradas.
Pero también no dejo de pensar que, Dios no lo quiera, podría pasarme a mi, a algún familiar o amigo.
Las leyes no bastan, la gente debe concienciarse de que debe cumplir la ley, respetar la vida, sin que haya un policía en la esquina viéndole.
Si no lo hace, el país seguirá retrocediendo y las muertes contínuas seguirán dejando luto, dolor y una imagen de gente salvaje, sin educación a años luz del desarrollo.
El fin de semana
Al menos doce personas fallecieron el fin de semana en accidentes de tránsito en la República Dominicana, entre ellos dos miembros de un equipo de fútbol local, informaron las autoridades.
La colisión entre un camión, que trasladaba a un equipo de fútbol local, y una yipeta en la carretera Hato Mayor-Sabana de la Mayor (este) dejó tres muertos y 14 lesionados.
Dos de los fallecidos, de nacionalidad haitiana, eran jugadores, mientras que el otro era el conductor del camión informó el portavoz de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), Rafael Tejada Baldera.
La República Dominicana cuenta con el mayor índice de muertes por accidentes de tráfico de toda América Latina y el Caribe, según fuentes oficiales.
De acuerdo a datos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo local, las víctimas mortales por accidentes de tráfico se elevan al 29,3 % por cada 100.000 habitantes, mientras que la media en América Latina es de 17 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
Este lunes
La AMET aclaró que no hubo muertos en el accidente de tránsito ocurrido la mañana de este martes en la carretera Mella con San Vicente de Paul, del municipio Santo Domingo Este, frente a Megacentro. Dijo que cinco personas resultaron heridas.
El vocero de la entidad coronel Rafel Tejada Baldera, dijo a elCaribe que los afectados son María Martínez, María Mella, Gissell Ortiz e Isidoro Mota. Estos viajaban una yipeta Honda Odyssey.
Mientras que María Ramírez se desplazaba en un autobús Hyundai, azul. Todos los heridos fueron llevados al hospital traumatológico Darío Contreras.
Originalmente se dijo que dos personas murieron en el accidente.