“A la gente que vivía como yo vivía, él la ha puesto hoy a reír”, dice Minerva, quien sin embargo llora, pero de alegría, mientras confiesa que nunca había visto un presidente que gobernara con tanta sabiduría como Danilo Medina.

Una operación en su pierna izquierda obligó a Minerva Peralta, de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez, a dejar su trabajo.

Lo pocos chelitos que conseguía no le daban para mejorar las condiciones de su casa. Solo para comer y…cuidado.

Con cartones y cualquier cosa tapaba las goteras de su casita. Aún así, los trastes se le mojaban cada vez que caía una agüita.

Las noches se hacían largas porque tenía que levantarse hasta dos veces a cambiarse de ropa, porque acostada se le intripaba hasta la almohada.

Con la intervención de la Unidad de Acción Rápida del INVI (Instituto Nacional de la Vivienda), tiene hoy un techo digno.  “Ahora tengo todas las comodidades”.

En María Trinidad Sánchez, el INVI entregó 23 nuevas viviendas y reparó otras 220 casitas.

“Las lágrimas son de gozo, de verdad, de alegría”.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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