La reina Isabel corrió el riesgo de pagar caro un paseo nocturno por el Buckingham Palace tras ser confundida con un intruso. Lo reveló el diario The Times, sin precisar cuándo ocurrió el episodio.
Según el periódico, la soberana se encontró de frente con uno de sus guardias armadas, que patrullan el perímetro de la residencial real, que la confundió con un intruso.
«Maldición, su Majestad, por poco le disparo», le dijo de modo brusco el agente de seguridad que enseguida se dio cuenta del modo descortés con que se dirigió a su reina.
«Todo está bien. La próxima vez lo llamaré antes (de salir) así no me deberá disparar», le contestó inmutable la soberana.