Donald Trump, se convirtió esta madrugada en el presidente electo de Estados Unidos al derrotar a la aspirante demócrata, Hillary Clinton.
Trump, por encima de todos los pronósticos, se adjudicó el estado de Pensylvania y luego Wisconsin para alcanzar 276 votos electorales.
Clinton llegó a 218 votos votos electorales, tras obtener el triunfo en Nevada.
El dominio de Trump comenzó a perfilarse cuando ganó en Florida, un estado que hizo honor a su fama de volátil al dar al candidato republicano una victoria decisiva para su objetivo de llegar a la Casa Blanca.
El candidato presidencial republicano se acercó luego a pasos de gigante a la Presidencia de Estados Unidos, gracias a sus victorias frente a la demócrata Hillary Clinton en los estados clave de Carolina del Norte, Ohio y Iowa.
Trump se adjudicó la victoria en Ohio, uno de los estados más codiciados y que tradicionalmente predice al ganador de las elecciones, y se impuso a la ex secretaria de Estado en una disputa muy estrecha en Florida, plaza que con sus 29 votos electorales es considerada vital para la victoria.
La victoria del magnate republicano en Florida fue por poco más de un punto y cerca de 150.000 votos, lo que supuso otra decisiva victoria pese a las esperanzas de que el masivo voto anticipado y los latinos decantaran la balanza para los demócratas.
Se da la circunstancia de que el polémico empresario hotelero también ganó con cierta facilidad en Texas, cuando hace algunas semanas se llegó a pensar que podría romper la tradición de los últimos años y dar la victoria a Clinton.
Participación batiría records
La participación está siendo elevada y podría incluso batir algunos récords. En Florida, donde el voto hispano es de gran peso, se ha registrado un incremento del 36 % del voto anticipado respecto a los comicios presidenciales de 2012, y según el diario Tampa Bay, más de medio millón de latinos ya expresaron su postura con anticipación.