El novelista peruano-español, Mario Vargas Llosa afirmó, tras recibir el premio Pedro Henríquez Ureña, en el acto de inauguración de la XIX Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2016, que relación entre él y la República Dominicana es la de «un amor tempestuoso, caribe y tropical, que no está exonerado del trauma».
Añadió que las diferencias y las críticas son manifestaciones de ese amor por un país que siente como el suyo y que desea que anduviera mejor de lo que está y resaltó la generosidad del gobierno de recibirlo con palabras tan amables, pronunciadas por el ministro de Cultura.
Al iniciar sus palabras, el laureado escritor dijo que cuando se enteró de que había obtenido en República Dominicana el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña, sintió gran alegría, pero que de inmediato se preguntó, “¿Este jurado se volvió loco?”.
“Cómo es posible que me dé a mí un premio, luego de todo lo ocurrido… inmediatamente yo mismo me respondí, qué magnífica expresión de tolerancia, de espíritu democrático, está dando el Gobierno dominicano”, dijo el ganador del Premio Nobel de la Literatura 2010.
Previo a las palabras de Vargas Llosa, el ministro de Cultura, Pedro Vergés, había expresado que luego de aquellas expresiones difíciles del autor de La Fiesta del chivo en contra del país, a raíz de la Sentencia 168-13, creó disgustos.
“El que entregaremos hoy no es uno más, tiene unas características que están en las mentes de todos los presentes y de aquellos dentro y fuera de este país. La expectación que como la particular manera de interpretar una inmigración a nuestro país, que ha sido para nosotros una situación extremadamente difícil, y tan particularmente doloroso, ha revestido de cierta seriedad, lo que sin ese aditamento hubiese sido el reencuentro distendido y amable de un gran escritor, de un gran intelectual latinoamericano, con un país que siempre lo ha tenido en altísima estima”, dijo Pedro Vergés.
El acto, celebrado en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, fue encabezado por la vicepresidenta Margarita Cedeño, y junto a ella estuvieron el ministro de Educación, Andrés Navarro; el comisario del Premio Pedro Henríquez Ureña Luis Brea Franco; el director de la Feria del Libro, Valentín Amaro, y del Libro y la Lectura Pedro Antonio Valdez.
Brea Franco, comisario del Premio Pedro Henríquez Ureña, leyó el veredicto que otorga el galardón a Vargas Llosa, con una prodigiosa obra narrativa, ensayística y teatral y resaltó los premios recibidos y su prolífica obra de toda la vida.
Vargas LLosa resaltó el amor que siente por el país desde que en 1974 vino a filmar un documental auspiciado por la televisión francesa, ya que le sedujo la belleza de sus paisajes, la alegría de la gente, que no lograron quitar 30 años de tiranía y su música. Recordó que le contaban anécdotas increíbles y como el origen de sus novelas siempre ha sido algo misterioso, sintió la necesidad de escribir sobre ese hecho.
Manifestó que «La fiesta del chivo» ha sido una de las aventuras más ricas que ha vivido como escritor, «diferente al mundo peruano». Sostuvo que explora una historia compleja, con mitos y leyendas que dejan volar la imaginación para apresar la rica y terrible experiencia que vivió el pueblo dominicano, al que aprendió a admirar porque no perdió la alegría de vivir.
Al referirse al premio y al aplauso del público, el escritor dijo que no lo olvidará y que echará manos de ese recuerdo, cuando sienta que el suelo se mueve y sienta la depresión que a veces sienten los escritores.
Pedro Henríquez Ureña
Vargas Llosa recordó que conoció a Pedro Henríquez Ureña siendo estudiante y le impresionó, destacando que fue un gran crítico que representó su generación, que amaba a su país, pero se sentía dominicano- latinoamericano,dejando sentir que la literatura debía ser universal.
Destacó el trabajo extraordinario que hizo a través de sus ensayos y consideró un mandato seguir su ejemplo, al tiempo que exhortó a desagraviar y reconocer a obrar de Pedro Henríquez Ureña, uno de los mas grandes pioneros de las letras latinoamericanas.