Carolina del Norte, EE.UU.- La ciudad estadounidense de Charlotte estuvo el pasado jueves en toque de queda, tras fallecer un civil en los disturbios desatados por la muerte de un afroamericano a manos de la policía.
La ciudad más importante del estado de Carolina del Norte aún vive el estado de emergencia decretado ayer por el gobernador Pat McCrory, y la Guardia Nacional patrulla sus calles.
Según datos recién actualizados, nueve personas acabaron heridas y 44 arrestadas en los motines tras la muerte de Keith Lamont Scott, y Justin Carr, de 26 años, murió de un balazo de origen desconocido.
De acuerdo con la versión policial, Scott fue ultimado pues portaba un arma al ser detenido, pero sus familiares afirman que en realidad sostenía un libro.
Por ello, los abogados de la familia reclaman a la policía local hacer públicos dos videos que evidencian la inocencia de Scott, quien murió del disparo hecho por un uniformado negro.
Cientos de personas salieron a la calle de inmediato, indignados por el nuevo episodio de excesos policiales, cada vez más frecuentes en Estados Unidos, sobre todo contra las minorías negras.
Aunque se esperaba una noche de calma, los manifestantes salieron nuevemante reclamando justicia, la divulgación de los mencionados videos y la reivindicación de las calles como escenario de lucha.
Los helicópteros sobrevolaron toda la noche los alrededores del hotel Omni, epicentro de la violencia, y unos 15 militares de la Guardia Nacional protegían el lugar vestidos de camuflaje. cubasi.cu