Hace apenas cuatro meses que el mercado de Cristo Rey se inauguró, una obra a la altura de mercados europeos, pero es una pena que muchos de sus vendedores deban dejar sus puestos vencidos por los impuestos, que alegadamente les cobra el Ayuntamiento del Distrito Nacional, como es el caso de Cornelio Ramón López, quien junto a su esposa, dueña de la caseta número 20, este jueves recogía ventas y ajuares para marcharse del puesto que alquilaba en la remodelada plaza comercial.
Y es una pena, que luego de esperar más de seis años, tengan que «soltar la toalla» tan pronto, en un mercado que realmente da gusto visitar, para quien escribe, que no lo había visto y que conoci la insalubridad en que operaban los vendedores en el viejo mercado y alrededores de la calle 41 y vías aledañas en el sector de Cristo Rey.
Cornelio Ramón López estaba molesto y con razón. porque además sufría la decepción de que luego de haber realizado diversos cursos para trabajar con la mayor higiene posible, todo se derrumbó como dice la canción.
Precisó que el mercado fue reconstruido por organismos europeos junto al cabildo, luego de que República Dominicana resultara beneficiaria de un concurso. «Por primera vez un mercado público fue construido con aire acondicionado, cuarto frío, parqueo soterrado y otras comodidades», sostuvo.
Destacó que los vendedores hicieron más de una decena de cursos sobre higiene y manipulación de alimentos, pero que todo se fue al traste, porque la administración supuestamente lo cualquierizó y así donde iban frutas, pusieron vegetales y viceversa, además de que prácticamente nunca hay luz y aire acondicionado casi no se prende nunca.
«Desgraciadamente el mercado no sirve», considera López porque se les habia dicho que trabajarían con guantes, gorros y batas blancas y todo se qued{o en palabras.
Señala que paga $3,969 pesos de impuestos y ya no puede más, porque es aparte de la energía eléctrica y el agua y se quejó de que empleados del Ayuntamiento tienen puestos en el establecimiento.
López demandó del administrador y de la secretaria del Ayuntamiento, que identificó como Magdalena, que resuelvan, ya que además, pese a que el mercado se construyó para desarrabalizar esa área de Cristo Rey, fuera hay más vendedores en guaguas que adentro, por lo que dentro casi no se vende, porque monopolizan las ventas.