Mohamed Alí
Mohamed Alí

El mundo del Boxeo está deduelo: Mohamed Ali, leyenda del Deporte mundial, falleció este viernes en un hospital de Phoenix, según confirmó un portavoz de la familia. Estuvo  internado desde el jueves por problemas respiratorios. Tenía 74 años.

Al triple campeón del mundo de los pesos pesados le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 1984, cuatro años después de que abandonara el ring.

Cassius Clay nació en Louisville, en el estado de Kentucky, Estados Unidos. En 1964 se convirtió al Islam y se cambió de nombre el día después de lograr su primer título.

Alí es una de las mayores figuras globales de la historia del deporte. Su nombre trasciende como pocos la escena deportiva.

En 1978 se convirtió en el primer púgil en ser tres veces campeón del mundo de los pesados. Su primer título fue en 1964 y el segundo, en 1974, publica bbcmundo.

Polifacético

Alí no sólo fue uno de los grandes boxeadores de todos los tiempos; fue también un personaje polifacético que combinó el boxeo con la lucha política, la religión y un sentido del humor singular.

A 12 años fue despojado de una bicicleta bastante cara que le había regalado su padre.

La amargura, el resentimiento, la necesidad de justicia y la certeza de que no la recuperaría fueron quizás demasiado para el pequeño Clay, quien se puso a vociferar y a proferir amenazas contra unos ladrones a los que nunca se les encontraría.

El oficial de policía al que denunció el robo -y que fue testigo de su indignación- se llamaba Joe Martin, quien casualmente manejaba una academia de boxeo de aficionados, le  a Cassius Clay que aprendiera a boxear y se transformó en su tutor. El resto es historia.

En los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, Cassius Clay se coronó campeón de los pesos ligeros.

sa sería la medalla de oro que, según la leyenda, fue a parar a un río cuando, años más tarde, un tribunal estadounidense le impidió seguir boxeando ante su negativa a ir a pelear a Vietnam.

Tras el triunfo olímpico, Cassius Clay se colocó bajo la tutela de otro nombre legendario, el entrenador Angelo Dundee, y en octubre de 1960, en Louisville, su ciudad natal, Clay conseguía su primera victoria como profesional.

Derrotó por puntos en un combate a seis asaltos a Tunney Hunsaker, un alto puesto en la policía.

En tres años, la carrera profesional de Clay adquirió un ritmo vertiginoso e imparable: en 19 combates, logró 19 victorias, 15 de ellas por nocaut.

En el camino, o más bien en la lona, quedaron púgiles de la categoría de Tony Esperti, Jim Robinson y alguien que había ganado 40 peleas en serie, todas por nocaut, Lamar Clark.

Mohamed Alí

El 25 de febrero de 1964, Cassius Clay derrotó en Miami al campeón de los pesos pesados, Sonny Liston. El público no acudió en masa a presenciar el combate puesto que la victoria de Liston se daba por descontada.

n el séptimo asalto, el campeón sorprendió a los corredores de apuestas al decidir quedarse en su rincón. Cassius Clay era el nuevo campeón del mundo.

Al día siguiente, Clay anunció al mundo que era miembro de la Nación del Islam, y que, a partir de ese momento, su nombre era Mohamed Alí.

Peleando con Bonavena
Peleando con Bonavena

Cassius Clay, a su juicio el nombre que simbolizaba la esclavitud de sus ancestros, ya no existía más.

«Ningún vietcong me ha llamado nigger»

Desde la revancha con Sonny Liston, en mayo de 1965, hasta la pelea con Zora Folley, en marzo de 1967, Alí defendió el título nueve veces.

Entre la obtención del título mundial de los pesos pesados y el fatídico fin de 1967, Alí agregó varios nombres conocidos de víctimas a su currículo de indiscutido campeón: Henry Terrel, George Chuvalo, el inglés Henry Cooper y el alemán Karl Mildenberger.

El boxeador se casó cuatro veces y tuvo ocho hijos. La BBC lo eligió en 1999, a las puertas del milenio, como el deportista del siglo.

La respuesta de Mohamed Alí a Donald Trump y los héroes musulmanes del deporte en EE.UU.

El comentarista Harry Carpenter, quien lo acompañó durante toda su carrera, le hizo una apología innegable cuando afirmó que, con su alegría, su magia y su estilo inigualable, Mohamed Alí había acuñado su propio epitafio: «Aquí yace el más grande de todos los tiempos».Alí

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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