Janette junto a Pedro Martínez
Janette junto a Pedro Martínez

La cantante lírica Janette Márquez es invidente , pero eso no le ha impedido estudiar y trabajar como artista y en la fundación Coralia que preside, ella se siente privilegiada como artista, destacando  la responsabilidad de transmitir mensajes y cambiar vidas a través de estos.

La mezzosoprano no vidente, que interpretó el himno de Estados Unidos, durante la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de Béisbol de Pedro Martínez y otros  beisbolistas destacados,  se crió viajando de forma constante de Estados Unidos a República Dominicana.

Janette Marquez
Janette Marquez

Explicó que vivió cinco años en  Santiago y que durante la escuela secundaria participó en presentaciones en los coros estatales.

Sostuvo que en 2013 comenzó a despegar su carrera artística, luego  de una presentación en un acto  del Centro de Atención Integral a Discapacitados (CAID), además de que ha participado en actividades del Teatro Orquestal de Personas con Discapacidad y  realiza presentaciones particulares. Actualmente Janette Marquez trabaja en una producción  discográfica y prepara un  recital de música dominicana  que realizará en diciembre.

“La vida artística es muy impredecible, siempre aparece algo”, expresó y resalta el honor que fue estar con Pedro Martínez.

Fundación Coralia

La cantante además trabaja  en la Fundación Coralia, que  creó para ayudar a personas no videntes y con problemas visuales,  con la entrega de bastones y con tecnología para estudiar.

Hasta ahora  la entidad trabaja con fondos propios,  su deseo es ayudar al Patronato Nacional de Ciegos. “Soy  un instrumento de Dios y que cuando hay fe  y esperanza se puede, esa  es mi principal motivación”.

Marquez afirma que en el país hay mucha grandeza,  muchos tesoros escondidos, “tenemos mucho que ofrecer como nación”.

De padres dominicanos, la joven estudió sicología y  música en el Westminster Choir College de Princetown, Nueva Jersey. Su discapacidad visual no le ha impedido dominar varios idiomas ni tocar el piano des de niña.   Dueña de una voz privilegiada, (la llaman “la voz que ilumina”), la cantante nacida en Estados Unidos, tiene su principal apoyo en su madre,  Glennys, una inmigrante y trabajadora infatigable, que le  respalda física y emocional para que su pueda desarrollar su vocación. Antes de convertirse en cantante lírica  la artista  era una apasionada del jazz. “Quería ser jazzista, pero mi profesora me orientó y me introdujo en el canto de una manera que me enamoré de la música clásica”.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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