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La práctica de colocarse  piercing en diferentes partes del cuerpo hoy actualmente es  frecuente en la población ya sea para estar a la moda, diferenciarse de los demás, identificarse con algún grupo social o étnico, potenciar las sensaciones eróticas o adornar el cuerpo.

De acuerdo a un estudio presentado por bbcmundo, los piercing en la lengua pueden afectar al sentido del gusto además de que pueden ocasionar otras complicaciones.

El estudio realizado recientemente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el 72% de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación.

«La excesiva preocupación en los últimos años por la estética ha hecho que muchos jóvenes lleven en la boca piercings, pero esta moda está provocando multitud de perjuicios para la salud bucodental», aseguró José Andrés Sobrino, Profesor de Odontología de la URJC y uno de los responsables de la investigación.

Entre los problemas están el dolor y la inflamación muy frecuentes y precisa que tras  6-8 horas de una perforación lingual los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, incrementándose el proceso durante los 3-4 días siguientes y hasta semanas.

En casos extremos, la lengua gravemente inflamada puede bloquear la vía respiratoria y causar dificultad para respirar.

Hemorragia prolongada

Las hemorragias también son una complicación posible durante la perforación, especialmente en un órgano tan vascularizado como la lengua, que contiene la arteria y la vena lingual con sus diferentes ramificaciones.

Si la aguja atraviesa un vaso sanguíneo durante la perforación, puede producir una hemorragia que sea difícil de controlar y causar una pérdida importante de sangre.

Recesión gingival

Una de las complicaciones más importantes y frecuentes del piercing oral es la recesión gingival que es la inflamación de las encías.

Las recesiones gingivales causadas por piercings bucales o linguales suelen tener una profundidad de 2 ó 3 mm o pueden incluso alcanzar la unión mucogingival, produciendo una importante pérdida de inserción que puede dar lugar a una movilidad evidente y posterior pérdida de los dientes afectados.

Las lesiones peridontales son las que más preocupan a los odontólogos y se producen en casi la mitad de los portadores de piercing en la boca.

Alteración del gusto

Los odontólogos recomiendan que se acuda a profesionales cualificados para hacerse un piercing.

La lengua es un órgano inervado que consta de tres tipos de nervios: los que regulan la sensibilidad general, los responsables de las sensaciones gustativas y los motores.

Por eso, al colocar el piercing existe el riesgo de lesionar algún nervio pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora según cual se afecte.

Este tipo de lesiones son más frecuentes con los piercing dorsolaterales que con los dorsoventrales.

Fractura dentaria

Es más frecuente de lo que puede parecer.

El contacto con la joyería bucal puede fracturar los dientes y romper restauraciones, como las coronas o las fundas.

La gente que tiene este tipo de piercing tiende a jugar con él, empujando el tachón de metal contra los dientes lo que suele ser causa de huecos interdentales y otros problemas.

Nigel Carter, ejecutivo jefe de la Fundación Británica de Salud Dental, dijo: «La tentación de juguetear con el tachón dentro de la boca es muy grande y esto conduce a la necesidad de un tratamiento correctivo que cuesta cientos de dólares.»

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Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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