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La presidenta de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Ligia Bonetti, dijo ayer que el país ha pasado por un proceso de desindustrialización que debe ser orientado hacia un cambio de modelo que se sustente en una política industrial proactiva.

Al participar como oradora invitada en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, con la ponencia titulado “Productividad e industria: Clave para la cohesión social”, la presidenta de la AIRD se preguntó si ¿puede desarrollarse la industria de un país sin una política industrial?, al recalcar que durante los últimos 50 años la definición de una política industrial proactiva ha estado en debate en el mundo.

La dirigente industrial lamentó que las políticas en el país hayan profundizado un proceso de desindustrialización y que en el país se hayan dado pasos hacia atrás, tal como revela el informe sobre las Cuentas Nacionales del Banco Central al comparar el año base 1991 y 2007, que revelan una caída de la participación de la manufactura local de 21.8% a 12.3% en el Producto Interno Bruto (PIB).

De igual modo, indicó que la desindustrialización también se ha manifestado con fuerza en otros terrenos, y puso de ejemplo que la balanza comercial desde 2007 a la fecha presenta un déficit anual “y consistentemente superior a los 6 mil millones de dólaresÖ y en el déficit de la cuenta corriente, el cual a pesar de los más de 1,500 millones de dólares en exportaciones de oro en 2013, aun mantiene niveles altamente preocupantes”, agregó Bonetti.

Hasta el momento “se nos está haciendo demasiado tarde para lograr los indicadores establecidos en la propia estrategia”, sostuvo la presidenta de la AIRD al referirse al hecho de que a casi tres años de aprobada la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), se muestra un rumbo incierto en la mayoría de los preceptos acordados.

Recordó, además, que a pesar de que en el 2010 el Gobierno contrató al economista Jacques Atalli, el cual planteó siete iniciativas a emplear de inmediato y, sin embargo, sus sugerencias fueron engavetadas.

Citó como uno de los problemas de la desindustrialización “la cartera insignificante de créditos al sector industrial, comparada con otros sectores económicos y mayormente con el de consumo”

Sostuvo que el dilema de la sociedad dominicana de hoy día es “ser o no ser una economía industrializada, productora de bienes transables, con bases social y ambientalmente sostenibles”.

Bonetti llamó a ajustar el rumbo y a acelerar el cambio, enfocando el modelo económico en el fortalecimiento del sector industrial.

Afirmó que el país ha hecho muchas acciones que otros países han implementado con éxito, pero un factor que ha impedido que se hayan logrado mejores resultados ha sido la debilidad institucional y la falta de coordinación coherente y continua en la cooperación como agentes privados y entre los entes públicos.

En ese contexto, apuntó que ninguna política industrial podrá llevarse a cabo a no ser que quienes estén en el poder, estén de acuerdo con ella, como tampoco podrá ser efectiva si no se crea una agenda de transformación nacional y sin que a través del diálogo público y privado se apoyen las iniciativas.

La dirigente empresarial sostuvo que con popularidad se ganan elecciones, con esfuerzo y sacrificio se combate la pobreza y se desarrolla un país, pero con decisiones difíciles, justas y a tiempo se engrandecen los líderes. “Le pedimos al Gobierno que trabaje cohesionado, pero el sector privado tiene que dar el ejemplo”.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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