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En la sabiduría popular, la expresión Querer es poder, condensa la fuerza de la voluntad. Fuerza y voluntad que tanto han necesitado y todavía necesitan las mujeres para abrirse camino. Y si para colmo son pobres, más todavía.

Marianela Jiménez lo tiene claro: “Para mí es bueno el producto y también económico”.
Pero también, Querer es poder, es cada vez y con mayor frecuencia manifestación de una autoestima femenina energizada. Ahora «estamos pudiendo». ¿Por qué no?, dicen ellas.
Así se sienten las miembras de la Asociación de Mujeres hacia el Futuro de La Pascuala, Samaná. Son 61 mujeres animadas por la idea de fabricar productos químicos.
“Somos proveedores del Estado y tenemos la oportunidad de progresar y abrirnos camino en la vida”, expresó la productora Cathedra De Olmos.
Animadas porque ven a otras bregar, faenar y triunfar. ¿Por qué ellos o ellas sí y nosotras no?
Allá, a La Pascuala fuimos a conversar con ellas, para que nos contaron su historia.
Comenzaron haciendo primeramente el desinfectante y ahora producen de 200 a 250 galones que venden en la comunidad.
Cathedra de Olmos es la líder. Nos dice que comenzaron «ajuntando un fogoncito de cuatro piedras, cogiendo lucha, soplando, tú sabes, leña al fin. La capacidad era muy mínima. Nos pusimos a pensar de que había que cambiar el sistema.»
Colasa Calcaño dice: “Ellos van bien porque ello’ lo’ hacen uno se lo’ ’ta comprando y la gente buscando más y buscando”.
El Ministerio de Industria y Comercio y la Dirección General de Compras y Contrataciones Públicas las capacitaron para que pudieran relanzar el negocio «de a verdad».
Ahora preparan 250 galones de productos químicos.
Las usuarias de los productos de la Asociación de Mujeres hacia el Futuro de La Pascuala, se muestran satisfechas con la calidad de los desinfectantes que produce la Asociación.
Han pasado la prueba. Vecinas y amigas consumen el desinfectante y lo compran. «¿Usted no va a comprar ni a usar algo que no sirve?, reflexionan. El producto es bueno, se lo digo yo.»
Están contentas porque formalizaron su negocito. La formalización, lejos de perjudicar, las ha beneficiado. Les ha cambiado la vida.
Una bonita historia porque de que se puede se puede y más cuando usted tiene de su lado, de amigo, al gobierno.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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