marihuana
Montevideo. Uruguay se convirtió en el primer país del mundo que legaliza la producción y venta de marihuana, con lo que busca enfrentar el narcotráfico, en la región que más sufre la lucha contra las drogas. En Tanto, la Organizacion de Naciones Unidas (ONU) advierte que esa ley viola los convenios internacionales y que se mantendrá vigilante.

Tras 12 horas de debate y con 16 votos a favor en 29, solo los de la coalición de izquierda del gobernante Frente Amplio, el Senado uruguayo dio sanción definitiva a un histórico y polémico proyecto que habilitará la producción, distribución y venta de cannabis, el autocultivo y los clubes de consumidores, todo bajo control estatal.

La votación fue recibida por vítores y un cerrado aplauso de parte de unos 150 militantes a favor de la legalización que colmaron las barras en el último tramo del debate.

En el exterior del recinto parlamentario, cientos de militantes que habían llegado más temprano en “la última marcha con la marihuana ilegal” celebraron con fuegos artificiales, en una fiesta que recién comenzaba.

“Es un día histórico, un día bisagra”, celebró de inmediato en un comunicado la organización regulación Responsable, que lanzó varias campañas en respaldo a la ley.

En Viena, la ONU dijo vigilar el cumplimiento de los convenios internacionales sobre drogas advirtió hoy a Uruguay de que su ley para regular la producción, venta y consumo de marihuana viola los tratados internacionales de los que el país sudamericano es parte.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) lamenta, en un comunicado emitido en Viena, la aprobación de esa ley por parte de un país que ha suscrito las convenciones internacionales sobre drogas, y asegura que no se ha tenido en cuenta el impacto negativo de la legalización en la sociedad.

Raymond Yans, presidente de la JIFE, expresa en la nota su «sorpresa» al conocer que «un Gobierno que es un socio activo en la cooperación internacional y en el mantenimiento del Estado de derecho internacional, haya decidido conscientemente romper las disposiciones legales universalmente acordadas».

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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