Ramón Báez FigueroaRamón Báez Figueroa

Ramón Báez Figueroa
Ramón Báez Figueroa

San Cristóbal.- El ex banquero Ramón Báez Figueroa no pudo resistir el impacto de la emoción y tras escuchar la decisión del juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal que le otorgó ayer la libertad condicional, irrumpió en llanto y le pidió a la sociedad darle “una segunda oportunidad”, diciendo sentirse “un hombre nuevo” y que pretende demostrarlo.

El magistrado Willy de Jesús Núñez Mejía acogió una solicitud de libertad condicional hecha por Báez Figueroa, ex presidente del quebrado Banco Interccontinental (Baninter), a través de su abogado, Santiago Rodríguez, tras un acuerdo al que llegó el ex banquero con las autoridades del Banco Central y la Superintendencia de Bancos.

En horas de la tarde, la orden de libertad a favor de Báez Figueroa fue remitida al Centro de Rehabilitación y Corrección de Najayo Hombres, donde fue ejecutada.

El tribunal sostiene que Báez Figueroa cumplió con todos los requisitos que establece la Ley 164 sobre Libertad Condicional, incluyendo un acuerdo para cumplir con compromisos firmados con “los agraviados”, cuyos abogados, Carlos Salcedo, José Lorenzo Fermín, Ramón Pina Acevedo, Artagnan Pérez Méndez y Francisco Benzán, no objetaron su puesta en libertad.

En su decisión de 27 páginas, el juez valoró el “comportamiento ejemplar” exhibido por Báez Figueroa en casi seis años de prisión que duró en el hoy Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, agregando que llevó su proceso privativo de libertad de una manera adecuada y mostrando una actitud receptiva.

Aduce la sentencia que también quedó establecido “que los intereses de las víctimas están debidamente salvados y que, además, el condenado pagó a la Procuraduría General de la República la multa de 490,000 pesos que le impuso el tribunal que dictó su condena.

En la sentencia, el juez impuso una serie de requisitos que deberán ser cumplidos por Báez Figueroa, entre estos firmar el libro de control del procurador de la Corte de Apelación de San Cristóbal y del propio tribunal, el último viernes de cada mes, hasta el primero de diciembre del 2017, fecha cuando debía cumplirse la totalidad de la pena de diez años a la cual fue originalmente condenado.

También le impuso impedimento de salida del país, no visitar lugares de diversión donde se expendan bebidas alcohólicas, dictar 10 charlas sobre delitos bancarios y financieros en varias universidades y residir en la casa de su padre, Ramón Báez Romano, ubicada en el sector Bella Vista.

Arrepentido
Notablemente emocionado, Báez Figueroa dijo que fue muy doloroso lo vivido en la cárcel, sobre todo estar lejos de su familia y de su padre. También que está satisfecho con la decisión del tribunal, que cumplirá todo lo dispuesto por el juez, y estar arrepentido de la quiebra de Baninter. Afirma que esa situación le dejó una lección: que lo espiritual está por encima de lo material.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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