José Rafael Sosa
Servicio especial

En Tinglado de Acero, pieza de teatro acrobático y poético ​, ​que inicia sus funciones este jueves en la explanada sur del Palacio de Bellas Artes, resaltan tanto el desempeño físico-psíquico y la entrega a sus roles de sus cuatro personajes como su vestuario y escenografía y sus textos, dotados de una fuerza poético-dramática singular.
Haffe Serulle suma a su producción una pieza pensada en con nivel y sin repetición en formas y giros lingüísticos a partir de sus dramaturgias anteriores, pese a los escasos recursos escenográficos que incluso recicla ya más de una vez tomando elementos de montajes previos.
Sus cuatro protagonistas, Licelotte Nin, Leytter Mena, Belnis Aquino y Gianny Beltré, logran un desempeño físico- psiquico impresionante en base a una dirección del recientemente ganador del Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena 2013, por su obra «Un sueño azul para morir”. Una magnífica economía de personajes, solo cuatro roles, todos protagónicos.
El autor transporta al público a un mundo de fantasías textuales y acrobáticas que hablan de libertad, de silencios, de encuentros y partidas. Serulle tiene un ímpetu de sus montajes, una calidad poética de sus textos y un rejuego entre lo dramático y lo acrobático.
Es resaltante de Tinglado de Acero la pieza en si misma, su sentido de trascendencia y no simplemente el singular escenario que inspiró al autor para escribir una pieza teatral, ni que sus presentaciones sean limitadas a 50 personas y nadie más, ni las volteretas acrobáticas parte de una verdadera tradición que ha ido creando Haffe Serulle, con sus estudiantes egresados de la Escuela de Teatro de Bellas Artes. No. Nada más lejos de las esencias conceptuales que a que debe inducir esta obra.
Lo realmente importante en Tinglado de acero lo constituyen los textos y su forma única de ser interpretados, parte de un sistema de expresión escénica que ha adaptado su director, perfilando una cuestión teatral que, más que digna de reconocimiento, requiere un estudio dramático a fondo para singularizarle como aporte expresivo forjado a partir de un quehacer criollo con vocación global.
Haffe Serulle descubrió que el Paraboloide Sur del Palacio de Bellas Artes, era un ambiente teatral propicio para escribir una pieza para ese espacio determinado. Y escribió sus textos a partir del espacio observado.
El montaje tiene el patrocinio del Ministerio de Cultura, la Fundación Ciencia y Arte y la Dirección General de Bellas Artes. Las funciones son para las 50 personas que caben como público en el Paraboloide de Cristal ubicado en el frente sur del Palacio de Bellas Artes, frente a la avenida Independencia.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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