Nueva York. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, abandonó este miércoles el hospital Presbiteriano de Nueva York junto con su marido, el ex presidente Bill Clinton, su hija Chelsea y uno de sus colaboradoress.
Clinton y sus acompañantes viajaron en un mismo vehículo, que se ha alejado del lugar, pero se desconoce adónde se ha ido fueron tras su salida del centro asistencial, en el que había sido ingresada a causa de un coágulo de sangre. Una portavoz del centro ha redirigido cualquier comentario sobre Clinton al Departamento de Estado, que de momento no se ha pronunciado sobre esta información.
Según informo la portavoz del Departamento de Estado aseguró que Clinton, que no ha sido vista en público desde el pasado 7 de diciembre, había estado hablando con sus colaboradores por teléfono y había recibido informes. Clinton también habló con dos responsables internacionales –el enviado de la ONU para Siria y el primer ministro de Qatar– el pasado sábado, un día antes de que el Departamento de Estado hiciera público que tenía un a mediados de diciembre y que había sido ingresada en el Hospital Presbiteriano de Nueva York.
«Se mantiene muy activa, hablando por teléfono con los colaboradores, recibiendo papeles, etcétera», declaró la portavoz del Departamento, Victoria Nuland, en el encuentro diario con la prensa. La «trombosis sinusal venosa» –un coágulo en la vena que está situada en el espacio entre el cerebro y el cráneo detrás de la oreja derecha– fue causada por una conmoción cerebral que, a su vez, había sido la consecuencia del virus estomacal que, según el Departamento de Estado, Clinton había contraído durante una gira por Europa, que le provocó deshidratación y un desmayo a su regreso a Estados Unidos. En un comunicado difundido el lunes por el Departamento de Estado, los médicos de Clinton se mostraron confiados en su plena recuperación.