Cardenal López Rodríguez
Cardenal López Rodríguez

La iglesia católica confía que el presidente Danilo Medina podrá sortear con éxito los graves problemas económicos que heredó su gobierno, y reconoce que la única manera de conseguirlo es aplicando la nueva reforma fiscal que fue aprobada esta semana por el Congreso Nacional.

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), señalò recientemente que “el gobierno no tenía otra opción”, en tanto, el arzobispo metropolitano de Santiago, Ramón de la Rosa y Carpio, ha pedido que se enfoque la reforma fiscal con “razonamiento y no con los apasionamientos que afloran en la sociedad cuando se trata del tema impositivo”.

El periódico Camino, de la Arquidiócesis de Santiago, plantea que el presidente Medina necesita más tiempo para sanear las finanzas y reorientar el gasto gubernamental, y descarta que las protestas que se realizan a nivel nacional sean el reflejo de un “divorcio” entre el Presidente y el pueblo que lo eligió.

El cardenal López Rodríguez reconoció que la reforma fiscal presentada por el presidente Medina es un duro golpe para los dominicanos, pero que el gobierno no tiene otra opción para hacer frente a la situación económica. Al referirse a las quejas que han tenido algunos empresarios sobre la propuesta de reforma, indicó que ellos no serán los únicos afectados.

“Yo creo que el Presidente no tiene mucha salida, porque sencillamente hay una situación extremadamente grave económicamente y por consiguiente no hay más remedio que ver qué se puede hacer en esta situación tan difícil”, dijo.

Mientras monseñor De la Rosa y Carpio, entrevistado luego de concluir la celebración número 30 del Encuentro Nacional de Pastoral, dijo que la realidad es que en el país hay un déficit de RD$150 mil millones que debe ser corregido por las autoridades o de lo contrario al país no le espera un futuro halagüeno.

Dijo que no es tiempo de lamentaciones sobre qué o quiénes propiciaron la crisis, sino que debe actuarse en base a la realidad que se vive hoy día buscando alternativas de solución ante los problemas económicos.

Sostuvo que la aplicación de la reforma fiscal debe ir acompañada de otras iniciativas desde el gobierno, como recortar el gasto público y reducir las pensiones millonarias, entre otras .

El arzobispo de Santiago, y el obispo de Mao, Diómedes Espinal, abogaron para que haya una reforma fiscal con equidad, que involucre a los sectores que poseen riquezas y que no afecte a la clase media ni a los pobres.

Los dominicanos deben aprender de otras naciones que han sabido repartir sus riquezas, coincidieron en señalar De la Rosa y Carpio y Espinal.

Llamaron a la población a respaldar la reforma fiscal que promueve el presidente Medina, pero consideran que la misma no debe constituir una carga para los dominicanos de menores ingresos, “como ha sucedido en otras oportunidades”.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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