Un estudio publicado en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences», y dirigido por Shuai Li, investigador de la Universidad de Hawái y de la Universidad Brown (ambas en EE.UU.), destaca la presencia de agua helada en la Luna y presenta un detallado mapa de la distribución del agua lunar que se encuentra en el fondo de algunos cráteres, que parecen haber permanecido en sombra miles de millones de años, situados en los polos norte y sur del satélite, publican ABC y National Geographic.

Este estudio confirma que las zonas en sombra permanente de los polos lunares pueden conservar hielo de agua durante miles de millones de años», ha explicado a ABC Bernard Foing, científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Director del Grupo Internacional de Exploración Lunar (ILEWG, en inglés). «Se habían hecho varias observaciones que lo indicaban, pero ahora se ha confirmado».

Las evidencias sobre la presencia de agua en la Luna son cada vez mayores. Los depósitos volcánicos repartidos por toda la superficie lunar contienen cantidades altas de agua atrapada, sugería un estudio publicado a finales de julio de 2017.

Otro estudio, publicado en febrero de 2018, sostenía que el agua podría ser inmóvil y que no tendría por qué estar confinada en los cráteres sombreados cercanos a los polos, sino que estarìa distribuida por la superficie lunar. Los científicos barajan diferentes posibilidades para explicar la presencia de agua en la Luna, entre ellas la siguiente: en el material originario de la Tierra había una cantidad considerable de agua; un cuerpo celeste del tamaño de Marte colisionó con la joven Tierra; el material resultante de la colisión, incluida una porción de agua, salió despedido, orbitando alrededor de la Tierra hasta que se fusionó y se formó la Luna. Shuai Li, el coautor del primer estudio, considera que hay agua en la Luna porque «sobrevivió en el interior de la misma o porque fue introducida poco después del impacto por asteroides o cometas, antes de que la Luna se solidificara por completo».

los datos revelan que los depósitos de agua no se distribuyen del mismo modo en ambos polos. En el sur, el hielo está más concentrado en los cráteres, mientras que en el norte, está más disperso. Según el estudio, en comparación con otros pequeños mundos sin atmósfera, como Mercurio y Ceres, el hielo de la Luna es menos abundante y está más esparcido. La mejor forma de encontrarlo es sumergirse en el frío fondo de unos cráteres que alcanzan temperaturas de -163ºC, según esta investigación.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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