En estos días en que las áreas de consulta de los hospitales infantiles están llenos de niños con signos de fiebre y los padres preocupados, ante el temor de que sus hijos puedan tener el Síndrome Guillain-Barre (GBS siglas en inglés), es conveniente saber sobre esta enfermedad.
Es un problema de salud grave que ocurre cuando el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunitario) ataca parte del sistema nervioso por error. Esto lleva a que se presente inflamación de nervios que ocasiona debilidad muscular o parálisis y otros síntomas.
El síndrome de Guillain-Barré pone en riesgo la vida y afecta a los nervios del cuerpo, aunque es temporal, además de debilidad muscular, dolor, e incluso parálisis temporal de los músculos faciales, del pecho y las piernas.
La parálisis de los músculos del pecho puede conducir a problemas respiratorios y la muerte si no se trata.
Se desconoce la causa exacta del síndrome de Guillain-Barré. Este síndrome puede presentarse a cualquier edad y es más común en personas de ambos sexos entre los 30 y 50 años.
El síndrome de Guillain-Barré puede presentarse junto con infecciones virales tales como:
- Influenza
- Algunas enfermedades gastrointestinales
- Neumonía por micoplasma
- VIH, virus del Sida (muy raro)
- Herpes simple
- Mononucleosis
También puede ocurrir con otras afecciones como: lupis eritematoso sistémico, enfermedad de Hodgkin y después de una cirugía.
Síntomas
Los síntomas de Guillain-Barré pueden empeorar de manera muy rápida. Es posible que pasen solamente algunas horas hasta que aparezcan los más graves, pero también es común que la debilidad vaya aumente durante varios días.
La debilidad muscular o la pérdida de la función muscular (parálisis) afecta ambos lados del cuerpo. En la mayoría de los casos, comienza en las piernas y luego se disemina a los brazos, lo cual se denomina parálisis ascendente.
Pruebas y exámenes
Un antecedente de debilidad muscular creciente y parálisis puede ser un signo del síndrome de Guillain-Barré, especialmente si hubo una enfermedad reciente.
Un examen médico puede mostrar debilidad muscular. También puede haber problemas con la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Estas son funciones que están controladas automáticamente por el sistema nervioso. El examen también puede mostrar que los reflejos, como el reflejo aquíleo o rotuliano, han disminuido o están ausentes.
Puede haber signos de disminución de la respiración, ocasionada por la parálisis de los músculos respiratorios.