En la obra Guillermo Cortines personifica al Papa Francisco y Pepe Sierra a Benedito XVI.
Las boletas están a la venta en Uepa Tickets, Club de Lectores del Listín Diario, boletería del Teatro Nacional y CCN Servicios de Supermercados Nacional, Jumbo y Merca Jumbo.
Santo Domingo.- La Sala Ravelo, del Teatro Nacional Eduardo Brito, será el escenario para presentar una de las producciones más esperadas de la temporada: “Habemus Papa“, la nueva apuesta escénica del maestro Guillermo Cordero, quien una vez más desafía los límites del teatro dominicano con una obra en la que emoción, fe y poder se entrelazan en un duelo interpretativo de alto nivel.
Del 5 al 14 de diciembre, viernes y sábados 8:30 de la noche, y domingos a las 6:30 p.m., el público podrá disfrutar de esta obra teatral, que va más allá de lo religioso y se adentra en las profundidades más vulnerables del alma humana.
Inspirada en “El Sucesor”, el libro de la entrevista del periodista Javier Martínez-Brocal al Papa Francisco, en el cual el Papa Francisco comparte sus experiencias y reflexiones sobre los casi diez años de convivencia con el Papa Benedicto XVI y adaptado en la película » The Pope, -Los dos papas-» (2019), escrita por Anthony McCarten y dirigida por Fernando Meirilles, que fue protagonizada por Jonathan Pryce, como Francisco y Anthony Hopkins como Benedicto XVI.

La aclamada obra teatral, adaptación de José Emilio Bencosme, narra el histórico encuentro entre el Papa Benedicto XVI (Pepe Sierra) y el Cardenal Jorge Bergoglio (José Guillermo Cortines), quien más tarde se convertiría en el Papa Francisco, dos hombres que finalmente darían forma de manera muy diferente al futuro de la fe mundial.
Un montaje diferente no convencional
Lejos de ser un montaje convencional, “Habemus Papa“ se erige como una experiencia teatral íntima y poderosa, que invita a la reflexión.
Cordero, fiel a su estándar de excelencia, logra que cada silencio pese tanto como un diálogo. Con una escenografía sobria y simbólica, el escenario se transforma en un sitio de introspección donde el poder presente tiende a hacer que la fe y la duda se miren a sí mismas con una fuerza casi confesional.
“Dos pensamientos distintos siempre deben estar abiertos a la luz del entendimiento”, afirma Cordero, resumiendo el tono de una obra que no da respuestas fáciles, sino que sirve como catalizador de pensamiento.
“Nos atrevemos a mostrar el pulso humano, las dudas y la enorme carga que rodeó la histórica renuncia de un Papa y la elección de otro, en un cónclave que cambiaría todo, porque el legado que dejó Francisco está escrito con letras de humanidad, nobleza y de ese hombre sencillo -Jesuista- que fue, en una obra que toca mucho el corazón“, resaltó Cordero durante la conferencia de prensa, conducida por Jatnna Tavarez.

El elenco principal brilla con fuerza: José Guillermo Cortines encarna a un Papa Francisco contenido, humano y vulnerable; mientras Pepe Sierra da vida a un Benedicto sólido, racional y profundamente institucional.
A su lado, Karina Larrauri (Sor Leticia) y Elvira Taveras (Sor Petra) aportan matices y sensibilidad, acompañadas por Vic Gómez y Héctor Then, en interpretaciones que elevan la tensión emocional de la trama.
El espectáculo, ofrecido en la intimidad de la Sala Ravelo, se beneficia de una puesta en escena que es cercana a la sobriedad litúrgica. La escenografía, centrada en la simbología del poder, una silla, un balcón, la penumbra, obliga a los espectadores a concentrarse en la fuerza del diálogo y los actores.
“Este tipo de desafíos son siempre los que me hacen crecer como artista, creador escénico y director teatral”, asegura Cordero, recompensando con Habemus Papa un fin de año acorde a su carrera, recordándonos sus fuertes convicciones en un teatro impulsado por el pensamiento, estética y trascendencia.
Todo el elenco destacó el honor de participar en esta obra, en la cual se combina la tecnología, luces, videos y otros recursos para ofrecer una narrativa emocional y visual.
Guillermo Cortines sostuvo que haber podido acercarse a la vida de Francisco es un regalo del cielo, y agregó que Cordero es un director excepcional, extremadamente meticuloso en los detalles.
De su lado, Pepe Sierra dijo que su interpretación como Benedicto XVI es una de las más importantes de su carrera. Sostuvo que el llamado «Rottweiler de Dios» fue un tradicionalista profundamente intelectual, que entendía la fe de manera muy completa, de la forma que quería que la gente viviera la fe, razón que le llevó a renunciar.
En tanto, Elvira Taveras y Karina Larrauri destacaron el honor de trabajar en la obra. «Siempre es emocionante entrar en la intimidad de estos personajes que a veces vemos tan lejanos, aunque cercanos en un sentido, pero conocer quienes son en la intimidad, eso envuelve en una atmósfera que el público va a sentir y vivir», dijo Taveras.
Toda la producción general se completa con un equipo de primera categoría: asesoría escenográfica de Yeimy Díaz, música original de Pipeline Junior Lomba, vestuarios de Manolo Alta Costura y Patricia Huerta, patrocinados por Sully Bonelly, diseño de luces de Ernesto López, y dirección audiovisual de Aidita Selman (Chips Unlimited). Todo esto anima una producción que mezcla el estilo tradicional en primer plano con tecnología de punta 3D, ofreciendo una narrativa visual poética, lírica y emocional.
Habemus Papa se consolida como una obra imprescindible para cerrar el año teatral. “No es solo una pieza de teatro, sino también un acto de reflexión sobre el poder, el perdón y la fragilidad del alma humana, donde el arte es un espejo y reflejo”, resaltó Cordero.




