Afirman directora maltrata personal medico, de laboratorio, limpieza y areas administrativas.
Andres, Boca Chica.- Los servicios de salud en el Hospital Municipal Francisco Vicente Castro Sandoval han colapsado al extremo que los pacientes tienen que comprar gasas y jeringuillas para poder ser atendido en ese centro de salud.
“El paciente debe comprar material gastable para realizar la cura aun estando ingresado”, dijeron los manifestantes.
El hospital, con área de emergencia, trauma shock, áreas de imagenología y laboratorio, entre otras especialidades, se encuentra en un total abandono que cuando se va la energía eléctrica, la planta no responde en pleno procedimiento y llueve adentro y escampa afuera como dice un dicho popular.
En ese centro de salud la falta de agua en quirófano, no hay sonda o Levin Nasogástrico por lo que los familiares de pacientes que se encuentran ingresados tienen que comprar y la directora no se da ni por enterada porque no va a su trabajo.

La crisis es tan grave que en medio del anuncio del paso de la tormenta Melissa, munícipes desesperados protestaron frente al hospital reclamando la destitución de la directora, la doctora María Altagracia Mora Lucia, quien se le pasan meses sin acudir al centro de salud y cuando suele asistir, va dos días por semanas.
El Hospital Municipal de Boca Chica fue inaugurado el 11 de diciembre de 2020, por el presidente Luis Abinader. La obra, que había sido iniciada por el gobierno anterior, fue completada y entregada a la comunidad.
La higiene en los baños y pasillo en un desastre porque tampoco hay detergentes para la limpieza, donde el sucio y las cucarachas rondan por todas partes lo que podría provocar un brote dentro del mismo hospital.
Explican que en la mayoría de las veces no hay ni un calmante para aliviar el dolor de los que acuden en busca de salud en un centro de salud que apenas va a cumplir 5 años de su inauguración. “No hay ni un Diclofená”, dijo Juan Castro Cruz, uno de los manifestantes.
La queja de la población es constante por el mal servicio le hablan mal, nunca hay tickets para turnos para los pacientes y tienen que dar dos y tres viajes para conseguir un turno, llegando hasta en horas de la madrugada.
Dijeron que la directora maltrata al personal médico, de laboratorio, limpieza y áreas administrativas y maneja ese centro con un familiar que tiene en el departamento de compras sin ninguna transparencia.

