La misa celebrada por el sacerdote César Peralta se convirtió en un puente entre generaciones.
Santo Domingo.- Hay abrazos que ya no se dan, pero siguen sintiéndose. Hay miradas que aún nos guían, aunque ya no estén, recordando con fuerza ese legado. Con el corazón abierto y los recuerdos latiendo fuerte, Parque del Prado celebró su tradicional misa en homenaje a los padres: los que caminan a nuestro lado y los que dejaron huellas eternas, durante un encuentro que une a cientos de familias en un espacio de amor, memoria y gratitud.
La eucaristía, celebrada por el sacerdote César Peralta, se convirtió en un espacio de conexión profunda con la figura paterna: guía, fuerza y amor incondicional.
Durante la celebración, se elevaron oraciones por la memoria de quienes partieron dejando huellas imborrables, y también se bendijo a los padres presentes, pilares fundamentales en la construcción de hogares con valores, entrega y responsabilidad.
Cada palabra, cada canto y cada silencio sirvió para recordar, agradecer y renovar el compromiso de honrar a los nuestros con actos de amor y esperanza.
En una atmósfera de recogimiento y serenidad, muchas familias acudieron acompañadas también de sus fieles compañeros de cuatro patas, integrándolos con respeto y afecto a este homenaje que celebra los lazos eternos de amor.
Parque del Prado, comprometido con acompañar a las familias en todas las etapas de la vida, reafirma su misión de ofrecer espacios dignos para el descanso eterno, donde el legado de quienes amamos pueda permanecer vivo y en paz.
La celebración fue organizada bajo una logística que garantizó el bienestar y la comodidad de todos los asistentes, en un entorno que invita al recogimiento, la fe y la memoria compartida.
Entre plegarias y emociones compartidas, la eucaristía se convirtió en un puente entre generaciones, entre lo que fuimos, lo que somos y lo que ellos nos enseñaron a ser. Porque un padre nunca se va del todo… vive en los valores que sembró, en las historias que dejó, en el amor que permanece.
La jornada se desarrolló en un entorno de serenidad y respeto, donde cada detalle fue pensado para acoger a quienes vinieron a recordar, agradecer y seguir caminando de la mano del amor paterno, visible o invisible, pero siempre presente.
El Camposanto Parque del Prado es un lugar de descanso eterno que ofrece servicios funerarios y de sepultura en un entorno rodeado de naturaleza y armonía. Comprometidos con el apoyo a las familias y honrando la vida en los momentos más difíciles, brindamos un espacio de tranquilidad para la reflexión y el recuerdo.