Por Mario Antonio Lara Valdez
Durante un prolongado período de 60 años, desde el final de la dictadura de Trujillo hasta el año 2020, el país vio pasar nueve gobiernos constitucionales y otros de facto cuyas gestiones fueron incapaces de liberar a la provincia Pedernales y a la región Sur de sus perturbadores tiempos de crisis social y económica, aun teniendo un enorme potencial de riquezas naturales y la voluntad vibrante de su gente.
Específicamente en Pedernales, fueron seis décadas escuchando promesas y almacenando penurias y frustraciones, desplazamiento de su juventud y familias enteras hacia otros destinos, cierre de empresas y negocios, aumento del desempleo, servicios sociales críticos o inexistentes, deterioro de la vida y espacios habitados que tomaban apariencias de comunas abandonadas.
Todo ese historial negativo registrado durante seis rigurosas décadas de sufrimiento e incertidumbre, en las que la existencia de los pedernalenses solo tenía valor para los políticos a la hora de ir por sus votos en tiempos de elecciones, empezó a cambiar cuando Abinader asumió su mandado en 2020.
Con Pedernales en el pináculo de sus sueños y ahora con su plan en plena marcha tras la inauguración de los dos primeros hoteles, la transformación de los territorios de la región Sur y de todo el país está garantizada, potenciando la productividad a través del turismo, industria y el comercio.
Las perspectivas de tiempos de mejoras sustanciales para Pedernales y la región Sur son halagadoras. Nada de ilusiones o asuntos de magia de por medio, porque en todo esto ha sido la voluntad política, la astucia, visión, gestión y una línea bien definida sobre planificación y orientación correcta de los fondos públicos hacia las áreas de desarrollo. las que se han impuesto para alcanzar este logro para el Sur.
Con esto, Abinader ha protagonizado, a sólo dos años y siete meses al frente del Gobierno, el salto clave hacia nuevas oportunidades de trabajo, desarrollo y sostenibilidad de la población, en plena armonía con la preservación de su entorno natural, acabando con 60 años de menosprecio hacia una región pacífica, trabajadora y llena de sueños y esperanzas.
El propósito del Gobierno de Abinader es generar riquezas para la región Sur, la más pobre del país, que va a impactar en las provincias Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia, con creación de empleos, inversión, comercio, generación de divisas y los beneficios de desarrollar un destino verde.
Pedernales se convertirá en el primer destino turístico de la región en desarrollarse desde cero. bajo la modalidad real de alianza público-privado.
Las fuentes de empleo las garantiza el hecho de que en la primera etapa del proyecto se levantarán 3,000 habitaciones, se construirá un aeropuerto internacional, se instalarán 50 kilovatios de energía renovable, vías de acceso y obras de infraestructura de servicios.
Este proyecto ecoturístico se desarrolla en una zona en la que se encuentra el 49% de las reservas naturales del país y donde está situado el parque Nacional Jaragua, uno de los más grandes del país.
 El plan de desarrollo turístico en Pedernales solo abarcará un 10% de la extensión territorial de la zona. Estas obras hoteleras puestas en ejecución, igual que el resto de otras proyectadas, están bajo la tutela del Fideicomiso Pro-Pedernales y de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas.
Durante el acto inaugural del domingo 5 de febrero, el mandatario explicó que, para la construcción de estos dos primeros hoteles, la inversión ronda los US$ 240 millones y ambos complejos sumarán 1,100 habitaciones.
Aparte de la responsabilidad que le fue delegada por el pueblo para gestionarle medios de trabajo y mejoría de sus vidas, el presidente lo refrescó voluntariamente para la memoria del país, haciendo una exaltación moral a ese deber como jefe de Estado.
Tan emotivo como lapidario, fue un menaje de alieno y confianza: “Para un gobernante serio y honesto, la palabra empeñada con su pueblo de propiciar un cambio real y tangible, con proyectos concretos y promesas cumplidas es, sin duda, la razón que me mueve a mí y a mi Gobierno en la tarea de gestionar este país día a día”.
Y para despejar cualquier huella de duda y complacer el celo justo
de los guardianes de la naturaleza provinciana, el mandatario afirmó que el proyecto desarrollista “tiene la licencia ambiental para la construcción y operación del proyecto, la que fue emitida por el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales”.
Todo está asegurado y sustentado en la legalidad y la transparencia, desde el Fideicomiso hasta la prosperidad de los ciudadanos, las obras y la protección del medio ambiente.
Cabo Rojo-Pedernales es, según el presidente Abinader “el único plan de desarrollo turístico que cuenta con un Estudio de Capacidad de Carga Turística y con un manual de lineamientos de gestión socioambiental para las obras de construcción”.
También se resalta la existencia de un instructivo de manejo medioambiental para las empresas constructoras.
 “Desde el inicio de la planificación del proyecto se han seguido los lineamientos y directrices indicados para el uso racional de los recursos naturales”, volvió a remarcar Abinader.
Este plan transformará los territorios de la región Sur y de todo el país, potenciando la productividad a través del turismo, industria y el comercio.
La clave de esto es que habrá un aumento en la demanda de formación académica y especializada, producción agrícola, emprendimientos y el quehacer de las MiPymes, transporte local e interprovincial y la presencia del sector bancario y financiero.
Esta es la gran apuesta del Gobierno, apoyada por el sector privado, entre estos los empresarios, hoteleros, desarrolladores e inversionistas nacionales e internacionales, que ofrecerán a los pobladores del sur las oportunidades que por tanto tiempo esperaron. Todo ha estado en movimiento desde que fue concebido el proyecto.
 En diciembre pasado finalizaron los diseños de la planta de tratamiento de aguas residuales, que ahora se encuentran en proceso de construcción.
Mientras, están en su revisión final los diseños para la subestación eléctrica y los sistemas de líneas de conducción que estarán dando servicio al proyecto.
También, concluyeron los estudios geotécnicos de suelos de los cuatro primeros hoteles de la fase I y se continúa trabajando simultáneamente con varias brigadas en otros cinco hoteles.
A fin de cuentas, cualquier intento por resistir la fuerza de este proyecto desarrollista, con un alto contenido humano de fondo, enfocado al bienestar de cientos de miles de habitantes de la provincia Pedernales, y con esta el conjunto de la región Sur, no podría resistir la implacable fuerza de una población decidida a defender su bienestar y su futuro prometedor.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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