La embajada de Nicaragua en el país y el Centro Cultural Banreservas proyectaron el documental folklórico de Nicaragua 1,2,3…a bailar!, del director José Wheelock (2016), que impactó al público dominicano por su mensaje cultural y en favor de la niñez con discapacidades.

director José Wheelock

La embajadora Iris Acuna, sostuvo que el documental de Wheelock, une tres historias personales para lo cual se vale de la música y el danzar folclórico.

El Ciclo de Cine Centroamericano concluye este jueves 30 a partir de las siete de la noche con la proyección de la película costarricense El baile de la Gacela, del director Iván Porras.

La coproducción fue   apoyada por el Programa Ibermedia – y el Fondo para el Fomento Audiovisual y Cinematográfico “El Fauno” del Centro de Cine – 2015, ganadora del Premio Nacional de Artes Audiovisuales Amando Céspedes 2018, a la Mejor Dirección.

Aun cuando la entrada es libre, se recomienda reservar llamando al 960 2094 o escribir un correo a centroculturalbanreservas@banreservas.com

La diplomática nicaragüense destacó que el documental expone tres historias, a partir de la comedia Bailete, del género musical/teatral, el Güegüense. interpretada por pobladores de Diriamba del Departamento de Carazo.

Rienzie Pared Pérez, asesor del Centro Cultural Banreservas refirió que el cine de Nicaragua tiene una tradición en documentales que incluye Los amantes de San Fernando (2001), de Peter Torbiörnsson, El inmortal (2005) y Palabras mágicas (2012), ambos de Mercedes Moncada, así como Heredera del viento (2017) de Gloria Carrión, todos basados en hecho relativos a la revolución sandinista.

La proyección de 1,2,¡3 a bailar! impactó positivamente en el público que llenó el auditorio del Centro Cultural Banreservas.

Iris Acuña agradeció el respaldo de las demás embajadas centroamericanas involucradas en el ciclo por iniciativa del Centro Banreservas, y sostuvo que el de Nicaragua es un pueblo sencillo, amante de la cultura y el baile».

El documental presenta el baile de los negros y entre ellos está Pedro René, el maestro de danza que recorre mercados vendiendo telas para ganarse el sustento; una improvisada escuela de danza, unos niños, marcados por la discapacidad, dan pequeños pasos de bailes que se convierten en grandes saltos para sus vidas y a Inés y Domingo, vestidos con esmero para bailar en la Casa del Obrero.

El sociólogo y asesor cultural, Dagoberto Tejeda, quien expresó que este documental es un cuadro fiel del movimiento cultural nicaragüense y destacó la importancia de esta manifestación artística y cultural en la pasión por baile expresada en la delicadeza y generosidad de sus personajes sin excepción de géneros.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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