Santo Domingo. La Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y la Federación Dominicana de Ajedrez (FDA) anuncian los ganadores del Primer Clásico Anual Internacional “Pedro Henríquez Ureña In Memoriam”, en memoria del gran humanista dominicano, el más importante jamás realizado en el país.
El torneo que inició el pasado viernes 16 de septiembre, contó con la participación de 15 jugadores dominicanos y 5 jugadores extranjeros quienes poseen el título de Gran Maestro, otorgado la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
Los ganadores de esta primera edición del torneo de ajedrez internacional celebrado en el país son:
·      El GM cubano Yasser Quezada ganó invicto el 1er. Clásico de Ajedrez “Pedro Henríquez Ureña In Memoriam” al concluir esta tarde el evento que reunió a grandes maestros de cinco países. Quezada logró 8 puntos de 9 posibles al ganar siete partidas y entablar las dos restantes.
·      La segunda posición correspondió al GM estadounidense Alejandro Ramírez con 6.5 y la tercera al también GM, el argentino Fernando Peralta con 6. Los otros dos GM León Hoyos de México y José Cuenca compartieron la Cuarta posición con 5.5.
·      El maestro internacional (MI) dominicano Josué Araujo terminó quinto con 5 puntos. En el torneo participaron otros 14 ajedrecistas dominicanos.
La ceremonia formal de clausura con la entrega de los trofeos y premios tendrá lugar a partir de las 5:00 pm en el auditorio de la UNPHU, sede del torneo, encabezada por el rector Miguel Fiallo Calderón y el presidente de la Federación de Ajedrez, Pedro Domínguez Brito.
La dirección del torneo estuvo a cargo de Erick Hernández, de El Salvador, quien es presidente de la zona 2.3 de la FIDE América,  asistido por Leonardo Estévez, árbitro internacional dominicano y la coordinación estará a cargo del licenciado Braulio Ramírez, secretario general de la Federación de Ajedrez.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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