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Nos hacemos eco de una opinion de Mauricio Cabrera en themuffin, por considerarla interesante y la realidad, que en República Dominicana no lo es

Storybakers:

Las noticias no tienen horario, pero los periodistas sí.

Una redacción ha de ser fiel a su compromiso de informar sobre lo que importa en todo momento, pero no ha de hacerlo a costa de la estabilidad emocional, física o mental de una persona, sino de una estructura que soporte esa promesa de marca.

Contrario a lo que piensa la periodista española Àngels Barceló, quien ha calificado de flojos a los periodistas jóvenes que exigen mejores condiciones para su vida diaria, el periodista requiere hacer y trabajar menos para hacer y trabajar mejor.

Suena como un contrasentido, pero no lo es.

La aproximación de volumen nunca ha sido la apuesta más inteligente para una industria.

Ni como organizaciones ni como individuos.

Los medios perdieron el sentido de la autoría y la diferenciación cuando se pusieron a hacer notas por todo.

Antes el trabajo consistía en ser una especie de bombero en modalidad 24/7 para ir a donde fuera que hubiera incendios.

Y por incendios me refiero no sólo a esos breaking news de alto calibre que cualquiera desea cubrir aún sacrificando horas de sueño o de ocio, sino casi cualquier conferencia de prensa que tuviera a un personaje medianamente relevante frente a los micrófonos.

Eran los tiempos en que la información escaseaba y o se producía a partir de exclusivas o de ruedas de prensa con las que uno tenía que darse por bien servido.

Pese a que hubiera podido esperarse que la abundancia de la información relajara las exigencias sobre el periodista, ocurrió exactamente lo contrario.

Ya no es sólo acudir a las conferencias de prensa que todos tendrán, sino armar notas sobre lo que se publica en redes sociales, sobre lo que otros contaron e hicieron tendencia y sobre lo que sea que se requiera para tener alcance.

El periodista hoy escribe más y publica más, pero también produce otros formatos tanto para el medio en el que labora como para sus propias cuentas en redes sociales.

Esos formatos, que de fondo implican nuevas tareas y responsabilidades, suelen no incluir algún tipo de incentivo pese a que en ocasiones sí que hay ingresos adicionales para el medio de comunicación.

Si un periodista está en la nómina de un medio como redactor, ¿debe recibir alguna remuneración adicional por hacer el guión de un video o un podcast?

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Es algo que se está debatiendo en la industria.

Mi perspectiva es que si ese formato termina generando un ingreso significativo para la empresa, también debería significar una bonificación para cada una de las personas que no habiendo sido contratadas para ese fin terminan contribuyendo al mismo.

Los medios no pueden seguirse permitiendo la firma de contratos tan abiertos que no exista para una persona la certeza de lo que hará y de lo que no hará, de lo que se le pagará y de lo que no se le pagará.

Es vital para ambas partes que se produzcan acuerdos específicos por más que ello implique mayor complejidad en las negociaciones.

Pero más allá de los incentivos económicos y de las tareas que se le asignan a una persona, el factor clave para la evolución del periodismo pasa por permitirle a quien lo practica tener la oportunidad de pensar más, de aprender más y de descansar más para que tenga un entendimiento mejor y más profundo de su propia industria.

Haciendo menos, lo harán mejor, tanto el periodista como el medio en que labora.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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