La actriz Carlota Carretero cautivó en la Sala Ravelo, en su pape de La Magdalena a una mujer fuera de su tiempo, que tenía fe en ella misma y rompió esquemas en su época. Desde que inició su monólogo, logró conectar con el público.

Carlota Carretero

La obra, que sigue en cartel este fin de semana hasta el 18 de agosto, se desarrolla en un escenario minimalista, donde sólo había en el centro una especie de mesa reclinada y donde sólo se destacaba el color negro y las luces, para dar más impacto a las escenas, Carretero se metió en la piel del personaje logrando con su gestualidad, música de fondo a ratos y murmullos de voces, que el público se sintiera en la Jerusalem de hace ya más de dos mil años.

Vestida según la época, La Magdalena salió a escena, con un conjunto de túnicas negras, de las que se fue despojando mientras narraba la versión de aquella mujer ‘impura’ y de sus sufrimientos, hasta quedarse finalmente con una largo vestido negro y la abundante cabellera al descubierto, momento en el que recreó cuando le lavó y secó los pies a Jesús de Nazaret.

Carlota Carretero-La Magdalena

Sobre escenario la mesa reclinable móvil, era usada para simular la montaña a la cual María Magdalena miraba al cielo y narraba sus lamentos, mientras las luces sobre ella, daban mayor impacto a la escena.

Con el movimiento de las manos, desplazamientos y un poco de danza al dejar deslizar el velo que cubría su rostro la actriz transportó al espectador a la época de la pasión y muerte de Jesús y cómo era tratada de impura.

Carlota Carretero en La Magdalena

Carretero mostró una mujer sufrida tras ser abandonada por Juan en la noche de bodas y este volverse un discípulo de Jesús; habló sobre su historia sexual al recurrir al oficio de la prostitución y del luego cambió de mujer fuerte y arrojada, a la soledad y tristeza que le produjo la muerte de Jesús.

La Magdalena es una adaptación de la obra de Marguerite Yourcenar titulado originalmente “La Magdalena o la salvación”.

Guillermo Cordero y Carlota Carretero, el público les ovacionó de pie.

La pieza teatral con una duración de una hora dejó con ganas de más.

El equipo técnico lo conformó Bienvenido Miranda en las luces, Camilo Landestoy en la asistencia de dirección, Renata Cruz en el vestuario, la escenografía concebida por Guillermo Cordero fue trabajada por Carlos Ortega y el artista Jonathan Klembert tuvo a su cargo la creación de la legendaria cabellera de Magdalena.

La obra estará en escena hasta el 18 de agosto en la Sala Ravelo del Teatro Nacional.


Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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