Margarita Brito
margaritabrito@yahoo.com
Probablemente usted llega a casa en la noche, luego del trabajo, la universidad o una salida y tras abrir la puerta enciende la luz, sólo con apretar un botón, luego de ponerse cómodo/a va a la nevera a revisar que hay para cenar, prende la televisión y toma el teléfono para hacer una llamada. Son acciones que hace hace de forma automática, sin pensar nunca o rara vez, cuánto trabajo y cuántas horas de sueño tuvieron que sacrificar quienes inventaron esos artilugios que hoy la gente disfruta como algo normal.
Esos inventos que hoy son comunes, fueron el fruto de años de estudios y observación, desde que por un error, hace más de 500 mil años, el hombre prehistórico provocó fuego, el ser humano ha hecho descubrimientos y creado maquinarias que han hecho la vida más fácil.
La invención de la rueda, hace unos cuatro mil años A.C. un disco de arcilla ahuecado en el centro, construido hacia el año 3250 A. C., y luego en el 2000 A. C. el primer trineo con ruedas, fueron los primeros pasos para el automóvil de hoy que tan útil e importante es en nuestros días.
La imprenta
Hasta la invención de la imprenta en 1440, hacer un libro era un arduo trabajo manual. En el siglo X, en plena Edad Media, se inventó un aparato en el que se insertaban una a una letras de barro cocido en una plancha de madera, donde tras entintar dicha plancha, se plasmaban los caracteres elegidos sobre hojas de papel. La imprenta fue el primer paso para el mundo computarizado de hoy.
Fue el el alemán Johannes Gutenberg, quien en 1440 intercambió las clásicas tablillas por moldes de madera con todas las letras del alfabeto, que posteriormente rellenó con plomo. Una vez que las letras fueron sujetadas con un soporte móvil de su invención, la resistencia y la rapidez de la impresión lo convirtieron en el invento que revolucionaría el mundo de la cultura al permitir la difusión masiva de la literatura.
La luz eléctrica
En 1879 fue anunciada la lámpara incandescente de Tomás Alba Edison, que permitió el acceso a la energía eléctrica en las casas. Las lámparas se encontraban accesibles al público general un año mas tarde, pero fueron muchos los que contribuyeron para llegar a este logro, tales como: Benjamín Franklin y su descubrimiento del pararrayo, Otto Van Guericke y sus estudios de electrostática, Stephen Gray que aportó con sus estudios sobre la conductividad eléctrica y cómo ciertos cuerpos se atraen entre sí.
El automóvil
Sin dudas, hoy día trasladarse de un lugar a otro en pocos minutos en automóvil hoy día es algo normal, pero fueron muchos los que tuvieron que trabajar, para llegar a lo que es hoy este medio de transporte básico para vida moderna.
Como primer prototipo de coche se suele considerarse el vehículo a vapor construido por el ingeniero militar Nicolás Joseph Gusnot en 1770; era un triciclo con una única rueda delantera motriz y directriz a la vez. Le suceden otros tipos de vehículos a vapor más modernos construidos a lo largo de los años posteriores. En 1831 se construyeron las primeras diligencias a vapor que prestaron servicio en Londres de aquella época.
El automóvil ha pasado por muchos cambios y cada vez es más codiciado por la mayoría de los consumidores.
La televisión
Desde los años 50, la televisión se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia. indispensable en la mayoría de los hogares. Esta caja mágica se hizo popular tras descubrimientos técnicos elementales que hicieron posible la transmisión a distancia de la imagen en movimiento, como sucedió con la radio, debe distinguirse entre los procedimientos técnicos que permitieron enviar las primeras imágenes o sonidos de una emisora a un receptor y el momento en que esa misma señal llegó a ser captada por un número elevado de receptores y convirtió el simple medio de comunicación en fenómeno social. Los comienzos remotos de la era de la televisión parten del descubrimiento del selenio, un metaloide imprescindible en la composición del nuevo invento.
Pero cuando Berzelius lo descubrió, en 1817, nadie pensaba en semejante utilidad. Igual sucedería veintidós años más tarde, en 1839, con la demostración – a cargo de Becquerel – de los efectos electromagnéticos de la luz. En el terreno de la transmisión de imágenes a distancia, los precedentes científicos más lejanos en el tiempo fueron la transmisión telegráfica de imágenes, llevada a cabo por Bain en Inglaterra, en 1843, y por Giovanni Caselli en Francia, en 1863, quien con el pantelegrafo de su invención consiguió enviar mensajes autógrafos y dibujos de París a Marsella.
El teléfono
Diseñado e inventado por Alexander Graham Bell para transmitir señales acústicas por medio de señales eléctricas a distancia.
Los chinos hace más de dos mil trescientos años elaboraban postres a sus emperadores, el sorbete y la pulpa de fruta helada, para cuya preparación los reposteros imperiales tenían siempre hielo a mano. En el palacio imperial se almacenaba hasta mil barras de hielo que se iban desmenuzando según las necesidades del momento.Marco Polo narra en su “Libro de las maravillas del mundo”, recoge sus experiencias y viajes por la China del siglo XIII, y afirma que cuando estuvo en la corte de Kublai Khan le ofrecieron leche helada con azúcar, golosina que se vendía a la sazón por las calles de Pekín.
Tres siglos antes los califas cordobeses disponían de hielo y nieve que se hacían traer desde Sierra Nevada para hacer sus helados.
la idea de utilizar hielo o nieve para conservar los alimentos, o mantenerlos fríos, es muy antigua.El médico español Blas de Villafranca, residente en Roma, inventó en 1550 un medio de conservar el hielo por más tiempo que lo normal, e incluso de aumentar su poder congelador.
«El secreto era sencillo: añadir sal. Este pequeño e ingenioso hallazgo permitió el uso de los pequeños “armarios de nieve”, modelo más antiguo conocido de lo que hoy llamamos nevera.
1805, el inventor estadounidense Oliver Evans diseñó la primera máquina refrigerante. Diez años después, su compatriota el doctor John Goorie, un médico de Florida, construyó un refrigerador basado en el diseño de Evans para hacer hielo que enfriara el aire para sus pacientes de fiebre amarilla».
Pero todo esto, detalla la fuente citada, no eran sino paliativos de escasa eficacia; hubo que «esperar a 1834. Aquel año el norteamericano, residente en Londres, Jacob Perkins, fabricó por primera vez en la historia el hielo artificial. Cuando sus empleados le presentaron la primera muestra, él se limitó a decir: ‘Verdaderamente está muy frío’. Era un paso importante para la fabricación de los primeros refrigeradores».
Años más tarde, informa el sitio Educar.org, la «primera máquina industrial frigorífica por compresión de éter la patentó en 1855, el escocés radicado en Australia, James Harrison» y «entre 1872 y 1877 se hicieron varios experimentos con refrigeración basada en la compresión del amoníaco. Primero el norteamericano David Boyle patentó un compresor, que fue perfeccionado más tarde por el alemán Karl von Linde, quien perfeccionó dichas máquinas y las comercializó».
Fue hasta 1913 cuando, en Chicago, apareció el Domelre, que fue el primer refrigerador doméstico.
A partir de 1931, dice Educar.org, comenzó a acelerarse la fabricación industrial, con empresas como Electrolux en Suecia y Servel y General Electric en los Estados Unidos.