Freud sentó las bases con esta teoría la mente humana como un método de tratamiento para pacientes con trastornos. Sostenía que el comportamiento de una persona está profundamente determinado por pensamientos, deseos y recuerdos reprimidos.
Decía que las experiencias dolorosas de la infancia son desalojadas de la conciencia y pasan a formar parte del inconsciente, desde donde pueden influir poderosamente en la conducta. Como método de tratamiento, el psicoanálisis procura llevar estos recuerdos a la conciencia para así liberar al sujeto de su influencia negativa.

 El hombre que habría de revolucionar la psicología clínica y la psiquiatría se inclinó relativamente tarde hacia el estudio de la medicina. Se matriculó en la Universidad de Viena (su familia se había trasladado a la capital austriaca en 1859) tras la lectura de las obras de Darwin y de un ensayo de Goethe.

Graduado en 1881, se interesó al principio por la fisiología del sistema nervioso y la anatomía cerebral. En 1885  obtiene la habilitación para la enseñanza libre de la neuropatología, pero muy pronto se dedica a la psiquiatría, y viaja a París para seguir los cursos de Jean-Martin Charcot en la Salpêtrière, estudiar sus teorías y famliarizarse con las técnicas hipnóticas empleadas por el maestro en el tratamiento del histerismo y de otros trastornos nerviosos.

En 1886 regresa a  Viena, donde se casa con Martha Bernays, y luego regresó, aun cuando por breve tiempo, a Francia, a fin de aprender en Nancy los métodos hipno sugestivos de cura del neurólogo Hippolyte Bernheim.

De nuevo en su patria, y no satisfecho  con el el hipnotismo terapéutico, se interesó por el sistema seguido  por un colega mayor que él, Josef Breuer, en la curación de una joven histérica mediante el empleo del hipnotismo, no ya para anular los síntomas, sino para superar las inhibiciones de la paciente y hacer aflorar detalles de su vida pasada (método «catártico») que, pese a poseer una relación causal con tales síntomas, habían sido fuertemente reprimidos y olvidados.

Usa la técnica del relajamiento, en lugar de hipnosis, en la que el paciente es invitado a hablar con absoluta libertad de cuanto llega a su mente y a vincular una idea con otra sin un orden establecido previamente. Freud  admite la naturaleza sexual de las emociones relacionadas con las situaciones olvidadas.

Breuer y Freud acabaron por separarse, pero sus investigaciones dieron origen al psicoanálisis freudiano, entendido como técnica de exploración del subconsciente, y también como psicoterapia y como teoría psicológica general. Freud descubrió sucesivamente que los contenidos alejados de la conciencia («removidos») podían expresarse no sólo en los síntomas neuróticos, sino también en otros aspectos no meramente patológicos, y sobre todo en los sueños (a cuya interpretación dedicó una obra fundamental: La interpretación de los sueños, 1900) y en muchos actos insignificantes de la existencia corriente (Psicopatología de la vida cotidiana, 1904).

La sexualidad del adulto le pareció condicionada, singularmente en el neurótico, por hechos y experiencias de la infancia; de la evolución del impulso sexual a partir de la primera infancia trató en la obra «Tres contribuciones a la teoría sexual «(1905). Más adelante, Freud estableció la psico dinámica de los conflictos del subconsciente en la interacción de tres componentes psíquicos de la personalidad: el Ello, el Yo y el Superyó, cuya naturaleza y función describió en varios textos de su madurez: «Más allá del principio del placer (1920), Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) y El Yo y el Ello» (1923).

Al principio creyó que a los instintos sexuales se oponían impulsos de conservación o auto afirmación, que denominó instintos del Yo; posteriormente describió los conflictos instintivos fundamentales en términos de amor y destrucción (pulsiones de vida o Eros y pulsiones de muerte o Thánatos). Ciertas relaciones entre las manifestaciones neuróticas y las costumbres de los pueblos salvajes le indujeron a estudiar algunos problemas importantes de la psiquis primitiva; apareció así en 1913 la obra Tótem y Tabú, que aclara varios de los más arcaicos mecanismos del subconsciente.

Mientras tanto, diversos estudiosos de distintos países habían comprendido el extraordinario valor de los descubrimientos de Freud y, agrupados en reuniones, fundaron con él la Asociación Psicoanalítica Internacional (1910) y las primeras publicaciones dedicadas exclusivamente al psicoanálisis. La notoriedad de Freud atravesó el Océano; en 1909, la Clark University (Worcester, Massachusetts) consiguió que dictara una serie de conferencias.

Las lecciones que impartió Freud en la Universidad de Viena durante los años de la Primera Guerra Mundial fueron reunidas por él mismo en Lecciones de introducción al psicoanálisis en, 1917. En  1926 publica un estudio sobre la angustia, Inhibición, síntoma y angustia.

En 1920, con sesenta y cuatro años de edad, y después de haber pasado dieciocho años como encargado de curso, Freud fue nombrado finalmente profesor ordinario de la Universidad de Viena. En 1930 se le concedió el premio Goethe de la ciudad de Francfort.

Tras la ocupación de  Austria por los alemanes (1938), Freud, que era israelita, se vio obligado a expatriarse y emigró con algunos familiares y discípulos a Londres, donde murió al año siguiente. En la última etapa de su vida consagró una atención cada vez mayor a los problemas sociales, religiosos y políticos.

Público El malestar en la cultura (1930) y Moisés y el monoteísmo(1939). De gran integridad moral y científica, Freud pertenece al exiguo número de aquellos sabios que han transformado toda una cultura y cambiado el curso de la historia del pensamiento.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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