Margarita Brito Fco.
Es cierto en República Dominicana imagino que pasarán decenas de años para que un empresario decida trabajar encubierto, es decir disfrazarse y trabajar en los puestos más humildes de su empresa, para constatar que fallas tiene su compañía y cómo actúa su personal.
Y es que por ejemplo en Inglaterra muchos empresarios dedican una semana para supervisar, ya hasta hay un programa que se transmite por un canal del cable, y por lo menos para mi es sorprendente la sensibilidad de estos hombres, muchos de ellos multimillonarios, que no reparan en colocarse en los puestos más bajos.
Ellos valoran el esfuerzo de su personal, se preocupan de sus necesidades, preguntan por sus familias y además les pagan buen salario, además de premios y beneficios adicionales.
Muy diferente aquí, donde un obrero o empleado público o privado puede pasarse 30 o más años trabajando y luego de todo este tiempo, además de que no se le valora, le despiden prácticamente con las manos vacías.
Se de casos de personas que han dado sus vidas trabajando en diferentes empresas y al final terminal despedidos y olvidados. Es penoso pero esa es la realidad en el país.