Shelby y su marido
Shelby Magnani fue llevada por su marido James Croskey al hospital por un dolor de estómago, pero se llevaron una sorpresa al saber que estaba embarazada de seis meses.

Shelby corrió al hospital, aquejada de un fuerte dolor en el vientre, pero apenas fue reconocida, el médico le informó para su asombro que estaba embarazada.
La joven llevaba ya seis meses de gestación y, según asegura, no había percibido ninguno de los habituales síntomas, como tampoco los célebres antojos de los que nos han hablado nuestras abuelas.
«Yo tenía dolor muy fuerte en mi lado izquierdo –declaró Magnani a la prensa- y fui al médico; allí me dijeron que estaba embarazada, que tendría unos seis meses y me bajaron con urgencia a la sala de emergencias.»
Una ecografía y los especialistas descubrieron que eran dos bebés.
se le practicó a esta joven madre de Des Moines, Iowa, una cesárea, durante la cual los galenos que la intervenían cayeron en la cuenta de que se encontraban ante un rarísimo caso de gemelos monoamnióticos, un par de bebitas que habían compartido durante todo ese tiempo un mismo saco y una misma placenta, publica yahoo.
De acuerdo con un reporte del canal 13 Who TV, los gemelos monoamnióticos sólo tienen una tasa de supervivencia del 50 por ciento, y representan menos del uno por ciento de los embarazos en el planeta.
«Todo sucedió muy rápido, una hora y hora y media, y después ya yo estaba en recuperación antes de que me diera cuenta,» declaró Magnani.
«Alrededor de un dos por ciento de todos los embarazos es de gemelos, pero mucho más raros son los gemelos monoamnióticos», abundó la Dra. Jennifer Krupp, del Centro Perinatal de Iowa.
Habitualmente, cuando este tipo de embarazo se descubre y se atiende, la preocupación mayor por parte de los médicos está en el enredo de los cordones. «Traemos a los pacientes al hospital de las 24 a las 26 semanas, y así podemos controlar a los bebés varias veces al día, pues sabemos que el riesgo de que uno o ambos mueran es bastante significativo», aclaró la Dra. Krupp.
El hecho de que este tipo de recién nacidos suela confrontar complicaciones de todos tipos, además de su condición de prematuros, ha hecho que los galenos hayan tomado la decisión de mantenerlos internados por un par de semanas, hasta que presenten signos de fortaleza.
Ava y Anna, de 1,8 kg y 1,3 kg respectivamente, demorarán algo en regresar a casa, donde las esperan sus jóvenes padres, todavía estudiantes.
«Todavía estoy tratando de procesarlo –confesó Magnani a Who TV-. Es una locura el alto riesgo que pueden correr los gemelos monoamnióticos, y mira lo bien que se están desenvolviendo ahora. Es realmente una bendición.”
Mientras tanto, la familia se ha entregado a la batalla de encontrar ropa, pañales y todo lo necesario para cuidar a las gemelas.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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