El ciclo, con proyecciones abiertas al público comenzando puntual a las 7:00 de la noche, incluirá otras tres películas cariocas, a proyectarse en los martes siguientes de octubre. El Centro Cultural Banreservas está localizado en la calle Isabel La Católica # 202, en la Ciudad Colonial y cuenta con parqueo gratuito para los asistentes.
La presentación del ciclo cinematográfico estará a cargo de Gregorio Manuel Rivas Guigni, director del Centro Cultural de Brasil, en un acto inaugural abierto al público, al igual que todas las proyecciones.
Al final de Ciudad de Dios, se desarrollará un conversatorio sobre la producción.
El martes 8 de octubre se exhibirá la película “Primo Basilio”, el día el 15 “Prohibido prohibir”; y el martes 22, “El año que mis padres se fueron de vacaciones”. Todas las proyecciones están pautadas paras las 7:00 de la noche.
“Ciudad de Dios”, basada en hechos reales, relata del incremento del crimen organizado en un suburbio de Río de Janeiro, desde finales de los años sesenta hasta el comienzo de los ochenta, cuando el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley en las favelas.
El ciclo
“Primo Basilio”, dirigida por Daniel Filho, cuenta la vida de Luisa, joven romántica, frágil y soñadora, casada con Jorge, un ingeniero cuya vida está envuelto en la construcción de la nueva capital nacional, Brasilia. Ella se rencuentra con su primo Basilio, su pasión de juventud. La situación se complica cuando Jorge es llamado a Brasilia por su trabajo y Luisa se queda aburrida.
“Prohibido prohibir”, en cartelera para el martes 15, es dirigida por Jorge Durán. Narra la historia de León, estudiante de Sociología, y su novia Leticia, una estudiante de Arquitectura, quien se enamora de Paulo, estudiante de Medicina y mejor amigo y compañero de habitación de León. Aunque el triángulo no llega a consumarse, sí provoca tensiones entre ellos.
Finalmente, el martes 22 de octubre se presentará “El año que mis padres se fueron de vacaciones”. Corre el año 1970, y Brasil está sometido a una dictadura militar desde 1964; mientras tanto, en México, la selección brasileña de fútbol trata de ganar su tercera Copa del Mundo. Mauro, un niño de 12 años, cuyos padres deben irse de «vacaciones», como tantos otros izquierdistas, queda al cuidado de un abuelo, en Sao Paulo, pero él sólo sueña con que Pelé y su equipo consigan el preciado título.