La Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), junto a sus 26 filiales en todo el país, desvelizó la fotografía de su presidenta fundadora, Mary Pérez de Marranzini, en un acto que forma parte de las actividades de celebración del 50 aniversario de esa institución.
Al evento, realizado en el edificio Uno, asistieron familiares, amigos, representantes de la Agencia de Cooperación Internacional (JICA), empleados y ejecutivos de la ADR, entre otros.
Al leer un estracto de la semblanza de la homenajeada, Urania Bergés de Tejada, secretaria de la Junta Directiva Nacional, destacó que Doña Mary, esposa, madre y ciudadana ejemplar, fundó el centro de rehabilitación luego de que la poliomielitis afectara a su hijo primogénito.
Resaltó que la motivó el hecho de tener que llevarlo a Estados Unidos, ya que en el país no contaban centros especializados.
De su lado, el director nacional ejecutivo, Arturo Pérez Gaviño, destacó el honor de distinguir a una mujer de condiciones extraordinarias, “de enorme corazón y alma gigantesca, que ha entregado su vida a ayudar a personas con discapacidades motoras e intelectuales, un ejemplo para el país”.
Dijo que muchos padres que no contaban con recursos económicos para atender a sus hijos en exterior han podido recibir atención especializada en los centros de la ADR.
A diario más de dos mil personas son atendidas en esa institución.
A nombre de la familia agradeció su hijo, el conocido empresario Celso Marranzini, quien señaló que “Dios para todo tiene un sentido”, ya que el hecho de que él haya sufrido de poliomielitis a los cuatro años, permitió que ella fundara el centro de rehabilitación, “en lugar de lamentarlo”.
Al reiterar las gracias sostuvo que son muchas las personas a las cuales hay que agradecer, las cuales han dado su vida por esta obra.
“En un país que se pierden los valores, aquí se ha demostrado que sí se puede, que no todo está perdido”, expresó.
En tanto, Doña Mary Pérez de Marranzini al pronunciar unas breves palabras aseguró que “nunca nadie, jamás por sí solo es capaz de alcanzar este logro”.
Destacó que en pocos países de América existe un servicio tan excelente y con personal tan capacitado como el que tiene República Dominicana.
Doña Mary es madre de cuatro hijos: Andrés, Celso José, Alfredo y Constantino, fallecido, tiene 14 nietos y 12 biznietos.