El comunicado de prensa en el que Jenni Rivera ha anunciado su divorcio del beisbolista Esteban Loaiza ha causado revuelo, no solamente por lo inesperado sino también por el modo en que la artista ha asumido esta importante decisión.
«Les pido no hacer un escándalo donde no lo hay, el asunto es muy sencillo, es un divorcio como cualquier otro… Para mí no es un fracaso, sino un paso más en mi vida, una experiencia que me deja la enseñanza para mejorar y salir adelante como siempre lo he hecho… esta decisión es algo muy difícil para todos los involucrados por lo que les pido respeto y comprensión», declaró a través de un comunicado.
En una entrevista reciente con People en Español, la cantante contaba cómo ella y su hermana fantaseaban sobre el hombre perfecto que algún día llegaría a su vida: «Recuerdo, habían muchas ocasiones, en nuestra mente existía el hombre con el cual me iba a casar, un deportista, un hombre realizado, un hombre guapo, lo describí como yo lo quise… Le pusimos el ‘jogger boy’. Había veces que estábamos ella y yo juntas manejando, pensando y le decía: «sister, que crees que está haciendo jogger boy ahorita?». Yo creo que está en el parque, corriendo, sudando, pensando en mi. ¡Así y llegó, llegó Esteban. Es real!».
Según el comunicado oficial, para Jenni esta decisión no ha sido nada sencilla, pero la ha tomado «pensando en su bien propio, en el de sus hijos, sus proyectos familiares, su carrera como empresaria, como cantante y artista, sabe que necesita tener una vida plena, tranquila y acorde a eso tomó la decisión de separarse de Esteban».