Señaló que no se podrá lograr el desarrollo de la República Dominicana mientras millones no sepan leer ni escribir, y por consiguiente día a día se aumente el ejército de los que pasan hambre.
Tiene que darse una unidad verdadera para trabajar entre los empresarios y el sector gubernamental, para mejorar los niveles de educación, y la creación de nuevas plazas de empleo.
No puede darse un mayor desarrollo, si se carece de las zapatas técnicas y profesionales para llevarlo a cabo, y hay graves fallas en los programas de alfabetización que tienen que ser enfrentados por todos.
Crear nuevas plaza de trabajo, mejorando las condiciones de la enseñanza primaria, básica y técnica, debe ser una obligación y compromiso de todos los sectores dominicanos.
Hay un segmento de la clase empresarial que toma el papel de la crítica permanente, sin tomar en cuenta que una gran responsabilidad en la crisis social dominicana descansa sobre sus hombros.
Adujo que hay muchos empresarios que sólo buscan atesorar riquezas, y no se preocupan por mejorar las condiciones de vida del pueblo, y ni siquiera de sus empleados.
Cuando un representante del sector empresarial hace una crítica a la situación que se vive en el país, lo primero que tiene que hacer es darse un golpe en el pecho y preguntarse que está haciendo por el bien de las mayorías.
Enfatizó que este momento es propicio para que se de una mancomunión de esfuerzos entre todos los sectores de la vida nacional, y por eso hacemos este llamado a luchar contra nuestros lacerantes males sociales.
