Con el propósito de contribuir con el desarrollo personal y económico de cientos de mujeres que pertenecen al programa Progresando, el Despacho de la Primera Dama (DPD) y el Ministerio de Cultura inauguraron formalmente la segunda tienda Manos Dominicanas en la calle Atarazana No. 7 de la Zona Colonial.
El acto estuvo encabezado por la doctora Margarita Cedeño de Fernández, Primera Dama de la República y José Rafael Lantigua, Ministro de Cultura. Participaron, además, funcionarios de ambas entidades gubernamentales y personalidades ligadas a grupos artesanales. La tienda fue bendecida por el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, Monseñor Francisco José Arnaiz.
Al pronunciar el discurso central, la Primera Dama, doctora Margarita Cedeño de Fernández, expresó que la apertura de esta segunda tienda es un paso de avance para las artesanas y artesanos de la República Dominicana y afirmó que esta atractiva tienda ubicada en la Zona Colonial de la Ciudad Primada de América será visitada diariamente por miles de turistas que adquirirán las artesanías que son un reflejo de la cultura dominicana.
Cedeño de Fernández afirmó que durante su gestión han logrado capacitar como artesanos unas 5,000 personas y con el apoyo del Gobierno de las Islas Baleares están beneficiando a otras 546 ubicadas en 23 Unidades Productivas Artesanales, además de que le satisface saber que 323 artesanos tienen actualmente conformadas sus microempresas.
“Estos artesanos y artesanas, que con su trabajo ganan el sustento de sus familias, han logrado romper las ataduras de la pobreza y la exclusión, aprendiendo un oficio que reafirma su dignidad humana, los hace entes productivos, que aportan al desarrollo de su país”, resaltó.
La Primera Dama agradeció al Ministerio de Cultura, José Rafael Lantigua, la oportunidad de ser aliarse a favor del desarrollo de la artesanía y su comercialización y felicitó a los artesanos, cuyas piezas se venderán en esta Tienda, exhortándolos a mejorar cada día su trabajo y preservar la excelencia y la calidad