En el pueblo de Lalibela, en el norte de Etiopía, están las iglesias excavadas en la roca de Lalibela, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978, 11 templos tallados en roca.

Lo más llamativo de esta obra, es que fue tallada totalmente en roca, en una época en la cual no se contaba con equipos para hacerlo, además de que construida desde arriba hacía abajo. Todavía hoy los ingenieros y científicos buscan una explicación de cómo lo hicieron y cómo lograron sacar las cientos y cientos de toneladas de piedra que iban picando, para dejar paso a los templos.

A pesarn de que la fecha de construcción de las iglesias no ha sido establecida con exactitud, se piensa que la mayor parte fue construida durante el reinado de Gebra Maskal Lalibela, en el año 1200. Biet Mariam es posiblemente la más antigua.

La leyenda etiope dicen que los templos fueron construidos por ángeles, que bajaron a la tierra para levantarlos en sólo una noche.

David Phillipson, profesor de arqueología africana de la Universidad de Cambridge, sugiere que tres de las iglesias son medio milenio más antiguas, construidas inicialmente como parte de complejas fortificaciones o de palacios de élite, durante un periodo de inestabilidad política del Imperio del reino de Aksum, a mediados del siglo VII.

Destaca que al menos siete de las iglesias fueron construidas como lugares de culto entre los siglos X y XIII, demostrando una continuidad entre la civilización Aksum, que adoptó el cristianismo en el siglo 1V.

Esta localidad, que antiguamente se llamaba Roha, adoptó el nombre por el que se conoce hoy luego de que el rey Gebra Maskal Lalibela, impulsor de la construcción de una nueva Jerusalén en este lugar, fuera canonizado por la iglesia cristiana ortodoxa del país.

Según la leyenda el propio monarca construyó alguna de estas iglesias monolíticas con increíble rapidez, gracias a la ayuda de los ángeles.

Cada una de las 11 estructuras monolíticas están hundidas de 40 a 50 metros en la tierra y perforada con aberturas cinceladas en forma de cruz para permitir que la luz del sol penetre en su interior vacío.

Foto: Alamy-BBCmundo

Algunos creen que fueron talladas por los caballeros templarios, cruzados cristianos que estaban en la cúspide de su poder, durante el siglo XIII, aunque no hay pruebas que lo confirmen.

Se dice que fueron talladas bajo las órdenes del rey Lalibela, emperador de Etiopía desde finales del siglo XII e inicios del XIII, quien visitó Jerusalén en 1187 justo antes de que la Ciudad Santa cayera en manos de las fuerzas musulmanas.

El rey Lalibela construyó estas iglesias alrededor de la parte Etiopía en el río Jordán, con la intención de dar la bienvenida a los cristianos a una «Nueva Jerusalén».

El museo no parece enfatizar esta teoría. Su exhibición de herramientas de construcción incluye sólo una frágil azuela, una herramienta en forma de hacha que los sirvientes del rey Lalibela supuestamente solían usar para esculpir las iglesias desde el suelo.

Los templos

La iglesia del Salvador del Mundo (Biet Medhani Alem), también llamada el Hogar del Redentor del Mundo, es la más alta de toda la obra, con cinco naves, carece de pinturas y reproduce la catedral de Santa María de Sión de Aksum. Se cree que para construirla fue necesario retirar unos 15.000 metros cúbicos de rocas.

En esta se encuentra la Cruz de Lalibela (Afro Ayigeba), una pieza de oro del siglo XII, de sesenta centímetros de largo y siete kilos de peso, que fue robada en 1997 y halló dos años después en Bélgica, donde un coleccionista la había comprado a un traficante por 25.000 dólares. Después de que las autoridades competentes llegaran a un acuerdo con el coleccionista, la cruz regresó a su destino en el 2001.

Los templos de la ciudad de Lalibela se distribuyen en dos zonas separadas por el canal de Yordanos, excavado también en la roca, que representa al río Jordán. Las agrupaciones arquitectónicas que configuran esta ciudad santa se comunican a través de numerosos túneles y pasadizos.

Biet Medhani

En la zona oeste hay seis de las iglesias, mientras que en la zona este, el resto. Sin embargo, la más importante de todas ellas es la iglesia de San Jorge (Biet Ghiorgis), única que está separada de ambos grupos y que es inconfundible bloque en forma de cruz fue el último de los templos que se construyó en Lalibela y, a menudo, se la ha calificado como la octava maravilla del mundo.

Biet Mariam

Biet Mariam o la iglesia de María contrasta la sencillez de su exterior con la decoración que alberga en su interior, de frescos y bajorrelieves pintados. Todos los templos de Lalibela, incluido este, fueron construidos de igual forma, por lo que asombra contemplarlos teniendo en cuenta que se tallaron desde arriba hacia abajo. Por ello, desde que fueron descubiertos, han surgido las más variopintas teorías para explicar exactamente cómo pudieron hacerlo en la época.

Biet Mikael

La iglesia de San Miguel (Biet Mikael) destaca sobre todas las demás por contar en sus muros con las esculturas de siete impresionantes santos, que rondan los tres metros de altura.

Biet Gabriel Rafael

La zona este es la más laberíntica de todo el conjunto monumental. Resalta en ella Biet Gabriel Rafael, con una planta irregular de tres vestíbulos y dos patios, aunque su decoración interior sea escasa. Se cree que su función original era servir de residencia real. Cercana a ella, Biet Amanuel, con sus más de doce metros de altura, albergaría la capilla real.

Biet Abba Libanous

Otras iglesias que podemos visitar en la zona este son Biet Merkorios, que se especula que podría haber servido de prisión, y Biet Abba Libanous, en cuyo interior todavía se conservan algunos de sus frescos.

De Wikipedia, Bbcmundo

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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