Jana

Tiene solo un año, pero ya Jana muestra dotes de una gran modelo. Su pose, su vaivén al caminar y su pícara expresión dan por sentado que las pasarelas del mundo conocerán sus pisadas, porque sobre ellas, dejará las huellas del éxito y un legado firme a quienes la suplanten.

La naturaleza se avergüenza cuando ella sale. No hay dudas de que le hace competencia a la belleza que en conjunto forman las flores, los árboles y la propia fauna. Su carisma es el complemento perfecto para arrancar las tiernas miradas de quienes la observan.

Miradas que de seguro se convertirán en aplausos cuando en los grandes desfiles, exhiba las piezas de Carolina Herrera, Dolce Gabbana, Ágatha Ruiz de la Prada y muchas otras firmas que estarán rendidas a sus pies.

Para ella no habrá limitantes. Claro, tampoco obstáculos. Nadie se detendrá a ver si mide 90-60-90. Si es bella, si es simpática; o si es inteligente… Solo bastará con ese talento innato que comienza a mostrar en el «‘pillow challenge’, o reto de la almohada».

Porque es que Jana es eso: todo glamour, todo prestigio. Quizás eso no es lo que quieran sus padres, sus abuelos, sus tíos… Pero en realidad es lo que pinta. Si no lo creen así, solo observen cómo lleva sus lentes todo el día, con el garbo propio de una diva. No sé cómo tú la vez. ¿Yo? Yo la veo en Milán, París, Nueva York… Dios te bendiga, hermosa Jana.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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