En ocasión del Día Internacional de la Mujer presentamos la historia de cuatro educadoras. 4 de 4
Marinela Sallent, Docente de la Escuela Nacional de Danza
Por Margarita Brito
Esta reconocida bailarina habla de cómo se inició en la Danza y la satisfacción que le ha dado ser docente, en una carrera que exige mucha disciplina y perseverancia.
Con 39 años en la Danza, Marinella Sallent afirma que ser docente ha sido su etapa de mayor satisfacción y señala que es maravilloso ver el desarrollo de jóvenes que vienen de familias disfuncionales, cómo la danza les ayuda a ser mejores seres humanos.
Destaca que valores como la responsabilidad, el compromiso, el respeto y la autoestima se desarrollan con una disciplina artística y advierte que por más talento que se tenga, si no se reúnen esos valores y se persevera, no se crecerá como artista en ninguna disciplina artística y en especial en la Danza, donde el instrumento es el cuerpo.
La Danza es una profesión de crecimiento
Exhorta a las jóvenes que inician a ser constantes y perseverar en la Danza, una profesión de crecimiento físico, técnico y humano, «porque es una forma de hacer patria».
«Una persona que rompa las barreras y llega a ser profesional en la danza, es una mujer de gran fortaleza, las bailarinas son fuertes, manejan el dolor, porque el dolor físico, las zapatillas de punta, los pies, maneja el dolor, todo eso… yo diría que se mantengan».
Graduada de Licenciatura en Pedagogía de la Danza y de una Maestría en Artes Escénicas en la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, España, Marinella Sallent fue fundadora y directora del Ballet Naciona Dominicano (Ballet Clásico Nacional), fue directora del Ballet Nacional y de la escuela Nacional de Danza.
Sallent, quien ha recibido importantes reconocimientos otorgados por el Ministerio de Educación, la Escuela Nacional de Danza, el Ballet Clásico Nacional y el Ministerio de Cultura, por su valiosa contribución al desarrollo y a la promoción de la cultura, asegura que se puede vivir dignamente del arte.
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