Definitivamente el mundo cambió: «ahora se hablará de antes y después del #coronavirus», está enfermedad que arropa y que obliga a una cuarentena obligatoria en la mayoría de los países, ha hecho a muchos cambiar sus costumbres y forma de interactuar con los demas.
Una de las cosas que me contaba una amiga era del «pique» que cogía cada vez que su esposo se tiraba en la cama con los zapatos puestos, aunque dejaba los pies fuera era algo que le molestaba mucho y que prácticamente le hacía botar humo por las orejas.
De nada valía que le dijera que el feng shui aconseja quitarse los zapatos para botar el stress del tránsito, del trabajo y que esa práctica dice que es
una manera de mantener sana la casa, para que la energía positiva entre en ella.
Lo que no hizo con tanto bla, bla, bla, lo hizo el coronavirus, el miedo a coger este virus a hecho que no sólo él, sino también los vecinos además de quitarse los zapatos le roceen cloro u otro desinfectante y naturalmente, el calzado que se usa para salir, al llegar no entra en casa.
Pero no es sólo el calzado, la pandemia del coronavirus obliga a muchos a quitarse el abrigo y otras prendas que se usan para salir, pese al calorazo que hace en el país y hasta a bañarse antes de compartir en familia.
La interacción social ha cambiado
El distanciamiento social por el coronavirus se llevó el saludo de besos y abrazos, así como las celebraciones de bodas, bautizos, cumpleaños y actividades sociales entre amigos.
Un ejemplo es el de Sonia, quien cumplió años el pasado 30 de marzo y pese a que la familia no quiso dejar pasar este día tan especial, no fue como en años anteriores cuando la fiesta o la juntadera entre amigos y familia era obligado, desde el parqueo le cantaron «Feliz cumpleaños» y dijeron adiós.
En las calles ya casi no se ven los rostros de la gente, el uso de mascarilla y guantes es la norma para evitar el contagio, porque hasta que no se encuentre una vacuna todos estamos suceptibles de contraer el coronavirus.
En fin, que el mundo cambió, las iglesias transmiten sus actividades por televisión, mientras los programas de radio y televisión se realizan vía internet desde los hogares de los conductores y muchas actividades como las de enseñanza en las escuelas y el trabajo de muchas empresas se realizan por esta vía.
