José Rafael Sosa

Paciente de obesidad haciendo ejercicios

CIUDAD DE PANANA. La obesidad y el sobrepeso configuran  una epidemia mundial que afecta a mas de dos mil millones de personas y quienes la sufren son enfermos que requieren apoyo, y que se proyecte en los medios de comunicación, una imagen positiva de ellos y no estigmatizada, como ocurre hasta ahora.

Datos ofrecidos a trece periodistas de la región centroamericana y Republica Dominicana que participaron de un taller de sensibilización sobre la obesidad y el sobrepeso, convocado por la farmacéutica danesa Novo Nordisk, para proyectar imagen adecuada  en los medios de comunicación y las redes sociales.

A los participantes del entrenamiento se les presentaron los aspectos epidemiológicos y sociales  de la obesidad y el sobrepeso, para establecer que se trata de una enfermedad que afecta y que no se trata solo de un asunto estético, para ser todo un drama psicológico al verse afectada la vida y la salud de estos pacientes.

El taller, conducido por el doctor Víctor Nolasco, diabetólogo y gerente de sección Obesidad de Novo Nordisk para Centroamérica y el Caribe,  permitió establecer que la imagen que se difunde  de los “gordos” en general, corresponde al esquema que los describe como glotones, , sedentarios, obligatoriamente menos  inteligentes  que las personas delgadas, desagradables o adecuados para ser objeto de burla e instrumento de comicidad forzada en las películas y la televisión.

Por falta de una formación adecuadas, periodistas y medios fomentan  sin darse cuenta la “la gordofobia”, estigmatización de las personas  que viven con obesidad, que traduce en comentarios ofensivos sobre lo que compra o lo que come la persona con sobrepeso, o críticas infundadas sobre la presunta pereza o desidia de los gordos.

Taller en Panamá

La situación es más grave, dice Nolasco,  por la insistencia mediática de plantear las figuras delgadas como las ideales, cuando en la práctica esos modelos de pasarela, son inaccesibles para el común de las personas.

Y otro factor que estimula el rechazo de esos pacientes, son las fotos que se difunden por redes como Instagran, resultado de manipulación digital, Photoshop o reflejo de intervenciones del quirófano.

El doctor Nolasco resaltó que cuando se busca la imagen los “gordos” en internet, las fotos que se ofrecen generalmente son fotos de abdominales recortados de forma que nunca se ve el rostro y en el caso de las mujeres, fragmentos de sus caderas y su aparecen con sus cuerpos completos, es comiendo una hamburguesa.

“Las fotos pocas veces muestran a estas personas con sus rostros, y menos trabajando, haciendo ejercicios o sonriendo. Hay una cosificación que mediante el símbolo de la barriga abultada, establece una imagen  prejuiciada de estos pacientes. Los medios no deberían usar esas imágenes y optar por otras en las que se les proyecte como seres humanos” dice el doctor Nolasco.

Las personas que viven con sobrepeso u obesidad sufren porque son rechazados o condicionados en carros de transporte público y taxis, en aviones, restaurantes, hospitales, regularmente no están equipados para acoger a este segmento de la población.

“Mucha gente no sabe que a una persona con obesidad mórbida, para hacerle una tomografía, hay hospitales en ciertos países  que deciden llevarlos a zoológicos en los que hay aparatos para hacer esos exámenes a elefantes y rinocerontes.

“¡Denunciar la gordofobia no quiere decir que se promocione la obesidad! Nadie quiere ser gordo, pero dado que hay un porcentaje cada vez mayor de la población que tiene que vivir con esos kilos de más, ¡lo normal es que la sociedad los trate como a seres humanos normales!”.

La baja autoestima y la mala imagen de sí mismo son denominadores comunes entre muchas personas gordas. “No voy a decir que adoro cada detalle de mi cuerpo. Sigo teniendo muchos complejos, pero he decidido afrontarlos con positividad. Me cuido mucho más que antes, descanso, hago meditación y, sobre todo, me trato bien a mí misma. Hay que concentrarse en lo que nos hace humanos, más allá de un simple cuerpo”, señala Chloé.

Ariane Grumbach trata, en tanto que nutricionista, a muchos pacientes con problemas de peso, pero les propone dejar de lado las dietas y concentrarse en su bienestar

“Empezamos por la reconexión a las sensaciones del cuerpo y la comida: aprender a comer y a parar de comer según el hambre y la saciedad”, apunta Grumbach, desde su despacho parisino, repleto de libros que promueven el bien comer y la doctrina body positive. “Luego hay que reconciliar al paciente con los alimentos: dejar de lado las prohibiciones de las dietas y reemplazarlas por la moderación. Introducir una alimentación realmente variada.

También hay una parte de terapia psicológica, para explorar la relación emocional con la comida. Para ciertas personas puede haberse convertido en una solución a la tristeza, a la soledad o en una fuente de estrés, por todas las privaciones de los regímenes. Finalmente, el paciente tiene que aceptar que probablemente no acabará siendo tan flaco como se imagina. Y tiene que vivir en paz con ese cuerpo.

” Chloé ya ha pasado por todas esas fases y ha aceptado que nunca tendrá un cuerpo de revista. Ahora ayuda a otras personas con problemas de peso y autoestima, desde su blog, TheFatLobster, y su podcast, «La grosseconversation”, un juego de palabras entre la “gorda” y la “gran” conversación. Eso sí, advierte que el camino será largo y complicado.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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