Así es, estar enamorado es una locura y está comprobado científicamente, por eso su primera etapa, que dura cuatro meses, se denomina enajenación porque el cerebro pierde la capacidad critica y la persona enamorada vive una especie de adicción alta, tal y como hubiera usado éxtasis.

En los primeros cuatro meses de enamoramiento se pierde la capacidad crítica, por eso se llaman novios, «no vió»

ya que cuando alguien se enamora se activan una serie de sustancias, que son las hormonas endorfina la hormona de la felicidad, serotonina que ayuda a tener un estado feliz y relajado y ocitoxina, hormona de la felicidad y dopamina responsable de la motivación y el placer.

Concretamente el «cocktail» cerebral de los enamorados está formado por dopamina, adrenalina y norepinefrina. 

Cuando una persona se enamora siente alegría y felicidad, aumento de la energía, sensación de euforia y de ser capaz de todo, pérdida de sueño e incluso insomnio, pérdida de apetito, aumento de los latidos del corazón y temblor generalizado.

La neuróloga Ana Robles, entrevistada en el programa Revista 110, afirma que el amor es una función cerebral y una necesidad esencial de perpetuar la especie humana, que tiene que ver con el hipocampo cerebral, que es la memoria emocional del cerebro.

«En la primera etapa la gente se aloca, es hormonal, no se razona nada en ese estado, es el amor enajenado, sse pierde la capacidad crítica, por efecto de las hormonas la parte frontal del cerebro no funciona, pero no dura apenas cuatro meses, luego el cerebro va auto regularizando», sostiene la especialista.

El amor y la atracción se originan en el cerebro

El amor se origina en una parte del cerebro llamada sistema límbico o cerebro emocional. Esta región cerebral se encuentra en el centro del cerebro y controla nuestras emociones.

Estudios del cerebro ya han demostrado que las emociones humanas se originan en el llamado sistema límbico, un conjunto de estructuras importantes que incluyen el hipocampo y la amígdala, entre otras.

Sistema límbico

En esta región se controlan una serie de funciones que incluyen las emociones, la conducta, la atención, el estado de ánimo, la memoria, el placer y la adicción, entre otras.

Hasta ahora, sin embargo, había sido muy difícil ubicar el lugar exacto del amor, porque tal como señalan los expertos, a diferencia de otras emociones «concretas» como la ira o el placer, el amor es mucho más complejo y abstracto y parece involucrar muchas áreas del cerebro.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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